Toda realidad
El problema de la articulación territorial (“El proyecto y la idea de España”) es el primero de los tres bloques temáticos en los que se organiza esta obra coral, fruto del IX Coloquio de Historia del Pensamiento Geográfico de la AGE, celebrado en junio de 2018 en Cocentaina (Com. Valenciana). Casi la única aportación que responde estrictamente a la denominación de este grupo de trabajo es la presentada por Josefina Gómez Mendoza, quien evoca las aportaciones de J. Vicens Vives a la reflexión sobre España y la geopolítica, remarcando los paralelismos existentes con F. Braudel. Dos aportaciones hacen una reflexión genérica sobre la complejidad de España y los posibles escenarios de cambio: la primera de José Mora, Juan Ojeda y Joan Tort, y la segunda de Lorenzo L. Trigal. Tres geógrafos catalanes, Josep Oliveras, Joan Vicente y Lluís Frago, realizan sendas aportaciones centradas en el actual (des)encaje de Cataluña en España. El presidente de la Societat Catalana de Geografia –incisivo e irónico–, en relación a la precariedad financiera de la autonomía catalana, señala que “no se puede decir públicamente que Catalunya es el motor de España, no cambiar el aceite y ocuparse en demasía de la tapicería”. La cuestión de la financiación autonómica no centra ninguna de las aportaciones y sólo se refieren a ella tangencialmente J. Ignacio Plaza y Josefina Cruz, más bien en un sentido opuesto a Oliveras (Plaza cuestiona enérgicamente el concierto económico); ciertamente el tema merecería mayor atención por parte de los geógrafos. Tanto más cuanto el resultado de años de políticas de cohesión –como bien señala Plaza– parece no alterar sustancialmente la dinámica histórica del desarrollo económico desigual entre las diversas comunidades. Finalmente el jurista y
El segundo bloque temático, “Articulación del modelo territorial”, aborda diversos aspectos de la ordenación territorial. Por esta vía se incorporan al estudio algunas de las grandes cuestiones geográficas del presente, como son la despoblación rural (Mercedes Molina), el desarrollo territorial en relación a la sostenibilidad y la revolución científico-técnica (Antonio Serrano), los desequilibrios regionales y los fondos de cohesión (J. Ignacio Plaza) o el ‘megalómano’ modelo territorial del AVE, una herramienta de ordenación del territorio “en la sombra”, según Miguel Pazos. Tres contribuciones ponen el acento en los efectos indeseados de la exclusiva competencia autonómica en materia de ordenación del territorio; J. Farinós estudia la debilidad endémica de la cooperación horizontal entre CCAA; en la misma línea, Josefina Cruz llama la atención sobre el hecho preocupante que “cada comunidad autónoma ignore a los territorios vecinos en su proceso de planificación territorial” al tiempo que aboga por un “modelo territorial del conjunto de España, concertado con las CCAA”; también Florencio Zoido reclama la participación del Estado (central) en la ordenación territorial “en cuanto se refiera a objetivos de cohesión y articulación del conjunto”.
El tercer bloque se dedica a las “Fronteras, entre cooperación y conflicto”; no podía faltar este elemento en una obra con marcado carácter geopolítico. Abre el bloque una reflexión general de Rubén Lois “acerca de la variedad de los límites y las fronteras geográficas”. El equipo de Antoni Durà analiza las eurorregiones como forma de “ablandar” las fronteras. Lorenzo L. Trigal presenta la diversidad de fronteras que afectan a España. Jacobo García reflexiona sobre la territorialidad estatal a partir de la caracterización de la metodología empleada en los tratados de demarcación firmados con Francia y Portugal en el s. xix. Completan el bloque dos aproximaciones a sendos espacios de ‘frontera’ entre CCAA, lastrados por la falta de colaboración interautonómica: la Ribagorza, a caballo de Aragón y Cataluña (R. Galindo, A. Santasusagna y J. Tort) y las montañas de Trevinca, en la divisoria de Galicia con Castilla y León (J. Trillo y Valerià Paül); la débil colaboración en esta última zona se contrapone a las diversas formas de cooperación en la frontera hispano-portuguesa, al amparo de la normativa europea.
Cierra el libro un osado epílogo de Horacio Capel, reciente honoris causa de las universidades de León y Lleida. Mucho más utópica que su propuesta de integración de la diversidad en el Estado resulta su deseo de “construir una España no capitalista, o postcapitalista”.
Se trata, en definitiva, de una obra extensa (cerca de 300 páginas) pero sumamente útil y sugerente. Muchas de las 21 aportaciones tienen ambición de síntesis del fenómeno estudiado, de ahí la inclusión de numerosos mapas y cuadros de resumen, al igual que el apoyo de valiosas bibliografías. En general son contribuciones de gran calidad, fruto maduro de una reflexión en absoluto improvisada. La obra demuestra la valía del enfoque geográfico en todas las vertientes de la multiforme temática de la organización del territorio, y sin duda constituye una obra de referencia en esta materia.