Estudios Geográficos 83 (293)
julio-diciembre 2022, e123
ISSN: 0014-1496 | eISSN: 1988-8546
https://doi.org/10.3989/estgeogr.2022129.129

RESEÑAS / BOOK REVIEWS

José María García Redondo

Escuela de Estudios Hispano-Americanos / Instituto de Historia, CSIC. C/ Alfonso XII, 16; 41002 Sevilla.

https://orcid.org/0000-0002-4349-3306

Reseña de: Manso Porto, Carmen (2021). España en mapas antiguos. Catálogo de la colección Rodríguez Torres-Ayuso. Madrid, Real Academia de la Historia / Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado. 748 páginas. 2 vols. ISBN: 978-84-3402-739-8. Formato impreso y electrónico.

Cuenta el historiador alemán Philipp Blom en su ensayo El coleccionista apasionado. Una historia íntima (Anagrama, 2013) la anécdota de Arnold de Wit, un afanado coleccionista de zapatos de Rotterdam cuyo sueño era ver su repertorio salvaguardado en un museo y al alcance de sus conciudadanos. “Podría hacerme rico”, afirmaba De Wit, “si vendiera mi colección a un norteamericano, pero no puedo hacerlo, soy demasiado coleccionista para hacer tal cosa”. Meticuloso y dedicado fue también don Antonio Rodríguez Torres al reunir, durante medio siglo, una copiosa colección de mapas antiguos; y no menos generosos que aquel “demasiado coleccionista” han sido Rodríguez Torres y su esposa, doña María del Pilar Ayuso González, al donar a la Real Academia de la Historia, en julio de 2016, el grueso de su acervo cartográfico.

Tras la revisión y ampliación de la información de inventario, la restauración de las piezas y su catalogación y digitalización, Carmen Manso Porto nos presenta el resultado de este paciente trabajo en España en mapas antiguos. Catálogo de la colección Rodríguez Torres-Ayuso, obra editada por la Real Academia de la Historia y la Agencia Estatal Boletín Oficial del Estado en dos cuidados tomos ilustrados a todo color. El estudio introductorio y los textos de las fichas descriptivas de cada uno de los mapas han corrido a cargo de Manso Porto, especialista en historia de los mapas y responsable de la Sección de Cartografía y Artes Gráficas de la Biblioteca de la Academia.

La colección Rodríguez Torres-Ayuso de la Real Academia de la Historia alcanza un total de 321 mapas impresos, principalmente de España y sus territorios europeos y ultramarinos, además de estampas de contenido geográfico, vistas de ciudades y numerosas representaciones generales y regionales de distintas partes del mundo. Algunos son mapas exentos y otros fueron publicados originalmente como láminas en atlas y libros. Cronológicamente, la serie abarca desde 1482, fecha del mapa de la península Ibérica procedente de la Cosmographia de Ptolomeo editada en Ulm, hasta inicios del siglo XX, cuando se data el “Mapa de la zona de influencia española en el norte de Marruecos”, editado en Madrid por la Dirección General de Obras Públicas (c. 1912-1920). Entre los autores e impresores no faltan destacados nombres de las escuelas cartográficas europeas (Ortelius, Hondius, Blaeu, Delisle o Vaugondy), cuyos mapas, en numerosas ocasiones, se basaron en fuentes españolas. Tampoco se echa de menos una buena selección de cartógrafos españoles, con piezas del renombrado geógrafo Tomás López y su hijo Juan, el marino Vicente Tofiño (responsable del Atlas hidrográfico de las costas de España en el Mediterráneo y su correspondiente de África, 1787) o el ingeniero militar Carlos Ibáñez e Ibáñez de Ibero (padre de la moderna geodesia española, primer director del Instituto Geográfico Nacional y presidente de la Comisión Internacional de Pesos y Medidas entre 1872 y 1891), además de publicaciones oficiales como la Dirección de Hidrografía.

Tanto el proceso de catalogación de la colección como el contenido científico de la obra han sido minuciosamente realizados por Carmen Manso Porto. La investigadora, quien ya ha mostrado su buen hacer en numerosas publicaciones sobre historia del arte e historia de la cartografía española, nos presenta en España en mapas antiguos mucho más que un inventario. En la primera parte del libro, en un detallado estudio titulado “La formación del mapa de España a través de los siglos”, Carmen Manso ofrece un panorama general de la cartografía española -desde los testimonios más antiguos con la representación de la península Ibérica hasta la versión del Mapa Topográfico Nacional de 1975-, ampliamente anotado y con actualizada bibliografía, de interés para profanos y especialistas. El capítulo, donde se desgranan las principales etapas, escuelas cartográficas e intentos y dificultades por lograr un mapa geométrico y preciso de España, pone en su justo sitio los más importantes ejemplares de la colección Rodríguez Torres-Ayuso, vinculándolos con otros diseños, autores y corrientes cartográficas, lo que sirve al lector para dimensionar el valor de la colección en un amplio marco de referencia. Entre las fuentes bibliográficas manejadas por la autora son frecuentes las citas a Antonio Reguera Rodríguez, Agustín Hernando o Antonio Crespo Sanz, así como a una plétora de artículos especializados, obras antiguas y mapas diseminados en distintos archivos y bibliotecas, que marcan la pauta a sucesivos investigadores para seguir ahondando en la materia.

La segunda parte es el catálogo propiamente dicho, precedido de una cuidada declaración de los criterios de ordenación y de descripción. Frente al carácter meramente instrumental que suele achacarse a este tipo de obras, el citado Blom ya advertía que “un catálogo no es un apéndice a una colección importante; es su apogeo […] Un catálogo caracterizará la supervivencia de la colección como conjunto, como organismo y como personalidad”. Y, en nuestra opinión, así lo ha hecho con esmero Carmen Manso Porto.

Buena parte de las láminas reunidas por Antonio Rodríguez Torres -originalmente en diverso estado de conservación- procedían de atlas, libros de geografía o colecciones gráficas de las que fueron desgajadas para su venta por anticuarios o librerías especializadas, con la consiguiente pérdida de datos bibliográficos y circunstancias editoriales de la producción de la pieza. Además, con frecuencia -sobre todo en los siglos XVII y XVIII-, las mismas planchas de imprenta eran reutilizadas durante décadas, de manera que las distintas tiradas de un mismo mapa apenas sufrían ligeras modificaciones en cartelas, detalles decorativos o en apuntes de edición o autoría. Localizar el origen de cada mapa, en qué libro se publicó y a qué estado de plancha se corresponde cada impresión ha implicado una dedicada labor de investigación por parte de la autora, lo que ha quedado recogido en la ficha de cada mapa. De esta forma, junto a los datos catalográficos y cartométricos, la contextualización bibliográfica y editorial de las piezas -cuestionando, en algunos casos, clasificaciones y atribuciones anteriores- supone uno de los principales aportes del catálogo de Manso Porto.

La colección ha sido dividida en dos bloques: “Territorios de la Monarquía de España” y “El mundo representado en esferas, mapamundis, frontispicios de atlas, continentes, y países”. En el primero, con 247 registros, se han distinguido cuatro secciones. En la dedicada a la península ibérica se han recogido, por un lado, los mapas de la “España Antigua y Moderna en las ediciones de la Geografía de Claudio Ptolomeo y en la Cosmographia de Sebastian Münster” y, por otro, los mapas de España en las escuelas cartográficas europeas: la flamenca y holandesa, la italiana, la francesa, la británica, la alemana y la española. La segunda sección corresponde a la cartografía de la actual España peninsular e insular, dividida por regiones. En el tercer apartado se distribuyen, por áreas geográficas, los “Territorios de la Monarquía de España europeos y ultramarinos”, con ejemplares que incluyen Portugal, Países Bajos, Italia, el Franco Condado, el norte de África, América y el Pacífico, con las Filipinas, entre otros archipiélagos. La última sección de este primer bloque está dedicada a mapas históricos y a otras representaciones del territorio referentes a batallas y guerras.

En el segundo bloque de la colección, “El mundo representado en esferas, mapamundis, frontispicios de atlas, continentes, y países”, se describen diversos materiales gráficos y cartográficos, ordenados desde lo general a lo particular: láminas con esferas celestes y terrestres, mapamundis, frontispicios de atlas -generalmente decorados con motivos alegóricos a la astronomía, las matemáticas y otras ciencias vinculadas a la geografía o dedicados a exaltar al autor o bienhechor del libro-, mapas generales de continentes, grandes regiones del mundo y países, y cartas náuticas y cartografía de diversas islas.

Todas las fichas van acompañadas de una reproducción en color de la pieza referenciada. No obstante, los mapas de la colección Rodríguez Torres-Ayuso se encuentran también digitalizados en alta resolución y disponibles para su consulta y descarga gratuita en la web de la Biblioteca Digital Real Academia de la Historia (http://bibliotecadigital.rah.es/es/inicio/inicio.do), junto a una importante colección de mapas, manuscritos e impresos custodiados por la institución. Como instrumento de referencia, el catálogo asigna un número de registro para cada mapa, al cual se remite en los tres índices que incorpora al final: de autores e instituciones, de títulos y autores principales y de materia-geográfico. Además de en papel, la posibilidad de acceder al libro en formato digital en pdf (mediante descarga gratuita en https://www.boe.es/biblioteca_juridica/publicacion.php?id=PUB-DH-2021-219) facilita asimismo la consulta y búsqueda de otros nombres y conceptos que pudieran interesar al lector.

En síntesis, España en mapas antiguos. Catálogo de la colección Rodríguez Torres-Ayuso no solo garantiza la salvaguarda y comprensión de esta colección -engrandecida con la generosa donación de sus propietarios a la Real Academia de la Historia- como un valioso testimonio de la cartografía de España a lo largo de los siglos (ahora accesible al gran público gracias a todo un programa de catalogación, digitalización y difusión de los fondos de la Academia). El trabajo de investigación de Carmen Manso es, además, una invitación a mirar con otros ojos los mapas antiguos, a comprender con amplias miras sus procesos de producción, circulación y consumo, a reflexionar sobre sus múltiples vidas como instrumentos científicos, como obras de arte y como testimonio de grandes ambiciones, pero también de incontables penurias sobre el terreno.