Estudios Geográficos 85 (296)
ISSN-L: 0014-1496, eISSN: 1988-8546
https://doi.org/10.3989/estgeogr.2024165.165

Propuesta teórico-metodológica para el estudio de los espacios de borde: aplicación en el rururbano de la ciudad de Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina)1Este trabajo es realizado en el marco del proyecto “Los espacios locales y regionales como una construcción socio-cultural. Análisis multiescalar” (2da Parte) ”financiado por la Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional del Sur (Argentina). Los resultados presentados forman parte de la Tesis doctoral: “Procesos socioambientales en un espacio del borde. Estrategias de los actores en el rururbano bahiense” (2017).

Theoretical-methodological proposal for the study of edge spaces: application in the rururban area on the city of Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina)

 

INTRODUCCIÓN

 

Tanto el ámbito rural como el urbano son espacios producidos con características y funciones particulares. Sin embargo, no existe una ruptura abrupta entre estos dos entornos, sino que por su estructura de continuidad emergen espacios de transición singulares, con características específicas que dan testimonio de esta prolongación de funciones, relaciones, oportunidades y conflictos. El rururbano como uno de estos espacios de transición es entendido, en la presente investigación, como la franja externa del periurbano donde predominan los usos rurales, complementados con los urbanos y donde existe un modo de habitar distintivo signado por la convivencia e interacción de actores con lógicas urbanas, rurales, ambientales diferentes que, en ocasiones, entran en tensión y que, en consecuencia, le otorgan una identidad propia signada por las transformaciones y la complejidad (Sereno y Santarelli, 2012Sereno, C. y Santarelli, S. (2012). El rururbano: un espacio de vulnerabilidad y riesgo. Estudio cualitativo en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Argentina. Cuadernos de Geografía, 21(2), pp. 149-165.).

Estos ámbitos, además, evidencian transformaciones debido al proceso de reestructuración productiva y al avance de las tecnologías de la comunicación y el transporte que provocan cambios tanto en el uso del suelo, servicios e infraestructura como en el modo de vida de los habitantes- y al avance de la mancha urbana -en crecimiento constante que consume espacios rurales-. Ambos constituyen factores de “estrés extremo” (Stadel, 2008-2009Stadel, C. (2008-2009). Vulnerabilidad, resistividad en el campesinado rural de los Andes tropicales. Anuario americanista europeo. (6-7), pp. 185-200. Recuperado dehttps://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=3403389: 185) pues exponen a la población que habita estas áreas, en especial a los más antiguos y dedicados a tareas rurales, a situaciones de vulnerabilidad, al riesgo de perder sus propiedades y los obliga a adoptar como respuesta distintas actitudes y estrategias de adaptación o cambiar sus rutinas y modos de vida, en muchas ocasiones contrarias a sus deseos y sentido de arraigo.

Se puede afirmar, entonces, que es una zona dúctil que se conforma como resultado de las acciones de sus residentes y los vínculos entre ellos, el avance poblacional y edilicio, usos del suelo y el hacer cotidiano e identitario. En consecuencia, se caracteriza por una dinámica propia, donde se plasman prácticas “… ofensivas y/o de alianza, colaboración e intercambio que se dan en el locus de la frontera, se superponen a otras, que corresponden a otras escalas, pudiendo contribuir al encuentro o desencuentro entre los diferentes actores sociales” (Barros y Zusman, 2001Barros, C. y Zusman, P. (2001). El lugar de las fronteras. Ayer y hoy en la constitución de territorios de encuentro y desencuentro. Anuario de la División Geografía2000-2001, pp. 19-31., p. 21) y constituye un “espacio de naturaleza híbrida” no sólo por el carácter indefinido de sus fronteras físicas o geográficas, sino también en relación con las características culturales y socioeconómicas del borde siempre en proceso de cambio o definición (Entrena, 2006Entrena, F. (2006). Difusión Urbana y Cambio Social en los Territorios Rurales. Un Estudio de Casos en la Provincia de Granada. Revista Estudios regionales, (75), pp. 179-203. Recuperado dehttps://www.redalyc.org/articulo.oa?id=75507707).

En este contexto, surge la necesidad de indagar en los procesos socioambientales que tienen lugar en este ámbito, haciendo foco, en particular, en el papel que juegan las sensaciones, prácticas cotidianas y el sentido de pertenencia de cada residente del área objeto de estudio como condicionantes de las acciones y estrategias que adoptan para resistir o aceptar tanto las presiones globales-locales como decidir permanecer o abandonar sus propiedades, actividades y modos de vida, eventos que, en consecuencia, generan un escenario de transformaciones socio-espaciales y ambientales que afectan, en especial, la conversión de tierra rural en urbana. La complejidad que esto supone y el desafío de intervenir a través de acciones que contemplen los intereses de los actores que viven, transitan y deciden en estos sitios, genera distintas incógnitas relacionadas a ¿qué perspectiva de análisis seleccionar para su estudio de modo que capte la mirada y cotidianidad del sujeto habitante?, ¿qué conceptos y categorías de análisis favorecen el estudio de estos procesos? ¿qué tipo de técnicas de recopilación y análisis son adecuadas?, ¿qué diseño de investigación es conveniente? ¿es válida la integración de métodos y técnicas para analizar el área?

El trabajo, entonces, presenta una propuesta teórico-metodológica para abordar este espacio basada en un diseño mixto y una estrategia multimétodo2Esta estrategia consiste abordar un tema a través del uso integrado de procedimientos de recolección y análisis cualitativos y cuantitativos y se detalla en el apartado Estrategia teórico-metodológica para el estudio de los espacios de borde. La misma es cada vez más común en los ámbitos de investigación dada la complejidad de la realidad socio-espacial signada por lógicas globalizadas y posmodernas (Blanco y Pirella, 2016Blanco, N. y Pirela, J. (2016). La complementariedad metodológica: Estrategia de integración de enfoques en la investigación social. Espacios públicos, 19(45), pp. 97-111. Recuperado de:https://www.Redalyc.org/pdf/676/67646966005.pdf; Sánchez Gómez, 2015Sánchez Gómez, M.C. (2015). La dicotomía cualitativo-cuantitativo: posibilidades de integración y diseños mixtos. Campo Abierto, vol. Monográfico, pp. 11-30.; Mendizábal, 2019Mendizabal, N. (2019). Los componentes del diseño flexible en la investigación cualitativa. En: Vasilachis de GialdinoI. (coord.) (2019). Estrategias de Investigación Cualitativa. Volumen II. Barcelona, España: Gedisa.). (Blanco Y Pirela, 2016Blanco, N. y Pirela, J. (2016). La complementariedad metodológica: Estrategia de integración de enfoques en la investigación social. Espacios públicos, 19(45), pp. 97-111. Recuperado de:https://www.Redalyc.org/pdf/676/67646966005.pdf; Sánchez Gómez, 2015Sánchez Gómez, M.C. (2015). La dicotomía cualitativo-cuantitativo: posibilidades de integración y diseños mixtos. Campo Abierto, vol. Monográfico, pp. 11-30.; Mendizabal, 2019Mendizabal, N. (2019). Los componentes del diseño flexible en la investigación cualitativa. En: Vasilachis de GialdinoI. (coord.) (2019). Estrategias de Investigación Cualitativa. Volumen II. Barcelona, España: Gedisa.) que complementa técnicas y fuentes de datos. Esta alternativa metodológica se fundamenta en el valor de la complementariedad entre lo cualitativo y lo cuantitativo para alcanzar una comprensión integral y una visión holística del objeto de estudio. La misma se aplica al rurubano de la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires (Argentina) (ver figura 1). La localidad cuenta con una población de 291 mil habitantes (Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC), 2014Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) (2014). Provincia de Buenos Aires por partido. Población total. Año 2010. Buenos Aires: Ministerio de Economía. Recuperado de http://www.sig.indec.gov.ar/censo2010/) y con un número importante de servicios culturales, educativos, administrativos, comerciales, recreativos y sanitarios que ofrece, también, para una extensa región circundante; mientras que la actividad económica del entorno es considerada de perfil agrícola e industrial. En los últimos años se observa una expansión del suelo urbano hacia la periferia con una ocupación de baja densidad -entre 1991-2010 la superficie urbana ocupada creció un 89% (Urriza, 2018Urriza, G. (2018). Expansión urbana en ciudades intermedias de crecimiento demográfico bajo: el caso de Bahía Blanca, Argentina. X Seminario Internacional de Investigación en Urbanismo. DOI: 10.5821/siiu.9151)- sufriendo, en consecuencia, alteraciones internas de sus elementos constitutivos y, en particular, de sus bordes, aspectos que han originado desequilibrio y conflictos estructurales y sociales.

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Figura 1 LOCALIZACIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO Fuente: elaboración propia sobre la base de relevamientos en el terreno, zonificación de Bahía Blanca (Municipalidad de Bahía Blanca) y clasificación de imágenes satelitales.

El área de estudio se encuentra sobre tres unidades geoambientales: la Peniplanicie disectada por erosión hídrica, la Peniplanicie suave y el Valle inferior del Arroyo Naposta (Municipalicad de Bahía Blanca, 2009Municipalidad de Bahía Blanca. (2009). Plan de desarrollo local Bahía Blanca. Informe final, consultor N° 7 Susana Zinger. Unidad de Preinversión Unpre-Programa Multisectorial de Pre-inversión. Préstamo BID 925. Bahía Blanca: MBB. 220 pp.). Los suelos de estas unidades son poco profundos y tienen presencia de tosca a muy escasa profundidad (Municipalidad de Bahía Blanca, 2009Municipalidad de Bahía Blanca. (2009). Plan de desarrollo local Bahía Blanca. Informe final, consultor N° 7 Susana Zinger. Unidad de Preinversión Unpre-Programa Multisectorial de Pre-inversión. Préstamo BID 925. Bahía Blanca: MBB. 220 pp.). El clima predominante es el semiárido templado, con un régimen térmico que responde al templado continental, la temperatura media anual oscila entre los 15° y 20°C. Las precipitaciones se producen en otoño y primavera, con montos promedio de 600 mm, aunque existe una variación interanual importante. Los vientos predominantes provienen del Norte y Noroeste (Mosciaro y Dimuro, 2009Mosciaro, M. y Dimuro, V. (2009). Zonas agroeconómicas homogéneas. Buenos Aires Sur. Estudios socioeconómicos de la sustentabilidad de los sistemas de producción y recursos naturales. Buenos Aires: INTA Balcarce.). En relación a las comunidades vegetales predominan las especies típicas del espinal (Chañar (Geoffroea Decorticans), caldén (Prosopis Caldenia), manca caballo (Prosopidastrum Globosum)) y de la provincia fitogeográfica pampeana (con herbáceas y gramíneas de los géneros Stipa, Poa y Festuca) (Municipalicad de Bahía Blanca, 2009Municipalidad de Bahía Blanca. (2009). Plan de desarrollo local Bahía Blanca. Informe final, consultor N° 7 Susana Zinger. Unidad de Preinversión Unpre-Programa Multisectorial de Pre-inversión. Préstamo BID 925. Bahía Blanca: MBB. 220 pp.).

Se caracteriza por una ocupación discontinua, edificaciones destinadas a casas de fin de semana, con perímetro alambrado y rodeadas de vegetación que conservan los molinos de viento (exponentes rurales en la zona). Estos usos se combinan con terrenos de poca extensión, dedicados a la ganadería vacuna, hornos de ladrillo y lotes dispuestos para la venta, evidencia de una posible expansión urbana. Cuenta con servicio de electricidad, las aguas subterráneas extraídas mediante bombas o molinos constituyen la principal fuente de suministro y el gas envasado compensa la ausencia de redes de gas natural.La relevancia de esta propuesta radica en el estudio a través de cuatro ejes de análisis que

  1. permiten conocer la estructura socio-espacial de los espacios de borde, caracterizar la heterogeneidad de paisajes y rescatar la cotidianidad de los residentes del rururbano, en especial, de los más antiguos y vulnerables a los cambios que provoca la expansión urbana;
  2. ponen en evidencia la situación de tensión, conflictividad y mutación que viven estos habitantes expuestos al riesgo de perder sus propiedades y actividades con el desarraigo que esto significa para quienes han construido un anclaje territorial fuerte y basado en el amor a sus trabajos y rutinas diarias, que a su vez son vulnerables;
  3. facilitan observar la manera en que los residentes de este borde responden implementando estrategias de resiliencia, es decir aquellas vinculadas con la capacidad de adaptarse y recobrarse de una situación de crisis (Sauri Pujol, 2003Sauri Pujol, D. (2003). Tendencias recientes en el análisis geográfico de los riesgos ambientales. AREAS, 23, pp. 17-30., pp. 22), para permanecer en su espacio vivido y la manera en que los activos intangibles constituyen una fortaleza y motivan estas estrategias;
  4. favorecen la identificación de la tendencia al cambio y la vulnerabilidad en esta frontera rural-urbana.

Así en la primera parte del artículo se presenta una aproximación conceptual al término de rururbano para reflejar la complejidad del espacio objeto de estudio; en la segunda parte se puntualiza la propuesta teórica-metodológica centrada en cuatro ejes de análisis; a continuación, se establecen algunos resultados obtenidos a través de la aplicación de esta propuesta en el rururbano de la ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires, Argentina) y, por último se reflexiona sobre los aportes del abordaje teórico-metodológico para el caso presentado.

El RURURBANO: ESPACIO DE BORDE COMPLEJO Y DINÁMICO

 

El rururbano3Si bien son escasos los autores que establecen una diferencia entre rururbano y periurbano la distinción existe y es necesaria para los fines de esta presentación. Asimismo, algunos no utilizan el vocablo rururbano, aunque las características que describen coinciden con el espacio objeto de este trabajo. Entre ellos: González Plazas (2006González Plazas, J. (2006). Caracterización socioespacial actual del hábitat en la periferia urbana de Manizales. El Cable, (5), pp. 7-25. Recuperado de:https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/22643); Arango Escobar (2008Arango Escobar, G. (2008). Salvemos el espacio rururbano colombiano. Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, 1(2), pp. 394-409. Recuperado de:https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cvyu/article/view/5499); García Ramón et al. (1995García Ramón,M. D. et al. (1995). Geografía Rural. Colección Espacios y sociedades. Serie General N°10. Barcelona, España: Síntesis.); Bozzano (2000Bozzano, H. (2000). Territorios pensados, imaginados y reales. Buenos Aires: Espacio. 265 pp.); Zuluaga Sánchez (2005Zuluaga Sánchez, G. P. (2005). Dinámicas territoriales en frontera Rural-urbana en corregimiento de Santa Elena, Medellín. (Tesis de Maestría). Recuperado dehttps://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/8407?show=full)., entendido en este trabajo como la franja externa del periurbano, es un espacio social comprendido en el continuo urbano-rural que, por su condición de borde, reviste complejidad ya sea al delimitarlo, al identificar los actores y factores externos (tales como la globalización o el proceso de expansión urbana) que, con diferentes recursos e instrumentos de poder, intervienen en la organización del mismo; como al estudiar las formas de habitar, percibir y concebir este espacio vivido. Esto se evidencia en su dinámica, en su configuración socioespacial y, en los encuentros y desencuentros que tienen lugar en este ámbito singular.

Tal como se mencionó constituye un espacio geográfico de borde y se caracteriza por una configuración espacial que resulta del avance de determinados usos sobre otros, lo que contribuye a la heterogeneidad en sus paisajes4Se entiende por paisaje a “…la forma que adoptan los hechos geográficos tanto físicos como humanos, sobre la superficie de la tierra; igualmente las representaciones que les otorgamos y los valores que les concedemos de modo personal o colectivo. El paisaje se sitúa así en el plano de contacto entre los hechos naturales y los de ocupación humana; también en el de los objetos y los sujetos que los perciben y actúan sobre ellos” (Gómez Mendoza, 1999Gómez Mendoza, J. (dir.). (1999) 1999. Los paisajes de Madrid: naturaleza y medio rural. España: Alianza Editorial. 304 pp., p. 13); es decir, que no solo comprende la organización singular que presentan los elementos físicos y humanos en un espacio determinado -el aspecto visible- sino que también se contempla la percepción y los significados que la humanidad le otorga a cada uno. En este sentido constituye un indicador sintético que permite visualizar la relación del hombre con el entorno natural y, por lo tanto, fundamental a la hora de detectar la degradación y planificar intervenciones eficaces en un espacio determinado (Gómez Mendoza, 1999Gómez Mendoza, J. (dir.). (1999) 1999. Los paisajes de Madrid: naturaleza y medio rural. España: Alianza Editorial. 304 pp.; Brunet, 1982Brunet, R. (1982). Análisis de paisajes y semiología. En Gómez Mendoza, J. et al. (1982). El pensamiento geográfico (pp. 485-493) Madrid: Alianza Universidad.). (Arango Escobar, 2008Arango Escobar, G. (2008). Salvemos el espacio rururbano colombiano. Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, 1(2), pp. 394-409. Recuperado de:https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cvyu/article/view/5499; García Ramón Tulla i Pujol, Valdovino Perdices, 1995García Ramón,M. D. et al. (1995). Geografía Rural. Colección Espacios y sociedades. Serie General N°10. Barcelona, España: Síntesis.; Bozzano, 2000Bozzano, H. (2000). Territorios pensados, imaginados y reales. Buenos Aires: Espacio. 265 pp.; Zuluaga Sánchez, 2005Zuluaga Sánchez, G. P. (2005). Dinámicas territoriales en frontera Rural-urbana en corregimiento de Santa Elena, Medellín. (Tesis de Maestría). Recuperado dehttps://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/8407?show=full; Castro Escobar, González y Quintero, 2018Castro Escobar, E., Gónzalez, M. y Quintero, C. (2018). Paradigmas y tendencias en la organización del espacio rurbano : revisión teórica. Ciudad y Territorio. Estudios territoriales, 50(196), pp.187-200. Recuperado dehttps://recyt.fecyt.es/index.php/CyTET/article/view/85833). Asimismo, es un ámbito signado por un modo de vida propio del ámbito de transición que despierta sentimientos y lazos de pertenencia cimentados en un proceso de múltiples experiencias cotidianas, es decir, un sitio que se vincula con lo afectivo y puede constituirse en un ámbito de identidad para los residentes (Barros, 2000Barros, C. (2000). Reflexiones sobre la relación entre lugar y comunidad. Documents d'Anàlisi Geográfica, (37), pp. 81-94. Recuperado de: https://raco.cat/index.php/DocumentsAnalisi/article/view/31726; Nates Cruz, 2018Nates Cruz, B. (2018). Territorialidades rururbanas o rururbanidad contemporánea. Revista de Antropología y Sociología: VIRAJES. 20(1), pp. 5-12. DOI: 10.17151/rasv.2018.20.1.1; González Plazas, 2006González Plazas, J. (2006). Caracterización socioespacial actual del hábitat en la periferia urbana de Manizales. El Cable, (5), pp. 7-25. Recuperado de:https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/22643; Lindón, 2020Lindón, A. (2020). La periferia: fragmentos inestables de la ciudad vivida. Perspectiva Geográfica, 25(2) pp. 15-33. 10.19053/01233769.10548).

Esta combinación de factores y aparente hibridez, lo transforman en un escenario de conflictos socioambientales y expone a la población a situaciones de vulnerabilidad por presiones de diferente índole -tales como las que ejercen agentes inmobiliarios, las derivadas de políticas de planificación urbana, agentes de diversos sectores económicos como industrias u otras empresas que se interesan en estas tierras- y al riesgo de perder sus propiedades, adoptando como respuesta distintas actitudes que van desde una aceptación pasiva, resignación, adaptación o cambios en sus rutinas y modos de vida, en muchas ocasiones contrarias a sus deseos y sentido de arraigo hasta la falta de reacción.

Numerosos son los aportes en cuanto a las perspectivas para su abordaje, de las cuales se mencionan solo algunas que sirvieron como guía y fundamento para la propuesta del artículo. Así, hay trabajos que sugieren contemplar para el estudio del rururbano no solo la dimensión física y del paisaje sino también incorporar categorías de análisis como las formas de vida, los actores (residentes como los de otros ámbitos que intervienen sobre este espacio) y sus discursos, las relaciones e interacciones en este contexto de mutabilidad constante, y entender este espacio desde lo simbólico y social como también desde la dimensión económico-productiva (Ballén Velázquez, 2014Ballén-Velásquez, L. M. (2014). “Desbordando” la categoría de borde. Reflexiones desde la experiencia bogotana. Bitácora Urbana, 24(2), pp. 31-41. Recuperado de:https://revistas.unal.edu.co/index.php/bitacora/article/view/43254; Entrena, 2006Entrena, F. (2006). Difusión Urbana y Cambio Social en los Territorios Rurales. Un Estudio de Casos en la Provincia de Granada. Revista Estudios regionales, (75), pp. 179-203. Recuperado dehttps://www.redalyc.org/articulo.oa?id=75507707; Cardoso, 2018Cardoso, M. (2018). Territorios desiguales en el rururbano norte de la ciudad de Santa Fe. Análisis de la vulnerabilidad diferencial y de la multiterritorialidad de productores de origen boliviano: Array. Estudios Socioterritoriales. (24), pp. 1-18. Recuperado de: https://ojs2.fch.unicen.edu.ar/ojs-3.1.0/index.php/estudios-socioterritoriales/article/view/232). En una línea de análisis similar Pérez Martínez (2016Pérez Martínez, M. (2016). Las territorialidades urbano rurales contemporáneas: un debate epistémico y metodológico para su abordaje. Bitácora Urbano territorial, 26(2). DOI: 10.15446/bitacora.v26n2.56216) se enfoca en el estudio de las relaciones urbano-rurales que se maximizan en estos espacios de transición y propone a través del concepto de ensamblaje territorial rururbano descifrar los esquemas de percepción, las experiencias y vivencias acumuladas, las decisiones e intercambios en la interacción local-lugar-global.

Otros investigadores reflexionan sobre el concepto alternativo de borde urbano con el fin de alcanzar un manejo sostenible de estos espacios de transición y establecen la necesidad de estudiarlos desde una perspectiva que reconozca la importancia de sus condiciones naturales, que contemple la mutabilidad constante propia de un área transicional y que abarque las formas de producción relacionadas a la urbanización en las periferias, de ocupación y asentamiento así como los conflictos ambientales y los procesos de degradación ambiental (Aguilera Martínez y Sarmiento Valdés, 2019Aguilera Martínez, F. y Sarmiento Valdés, F. (2019). Concepto de borde, límite y frontera desde el espacio geográfico. En Aguilera Martínez, F. y Sarmiento Valdés, F. (eds.) (2019).El Borde Urbano como territorio Complejo. Reflexiones para su ocupación. Bogotá, Colombia: Universidad Católica de Colombia, 288 pp.; Macaucé, 2019Macaucé, R. (2019). Los espacios rururbanos en Colombia: algunos elementos para su discusión. Procesos urbanos, 6 pp. 34-41. Recuperado de https://revistas.cecar.edu.co/index.php/procesos-urbanos/article/view/455, Feito, 2018Feito, M. (2018). Problemas y desafíos del periurbano de Buenos Aires. Estudios Socioterritoriales(24), pp. 1-19. Recuperado dehttps://ojs2.fch.unicen.edu.ar/ojs-3.1.0/index.php/estudios-socioterritoriales/article/view/230).

En este contexto, el abordaje teórico-metodológico propuesto caracteriza la estructura espacial, desde el paisaje; distingue la estructura social, identifica los actores que residen en estos ámbitos y comprende las vivencias, sentidos de lugar, pertenencia y prácticas cotidianas propias; pero también, pretende observar los conflictos socioambientales propios de la interacción de múltiples lógicas y actores, así como analizar la manera en que este tejido social particular resiste o sucumbe frente a los impactos globales-locales (relacionados con el proceso de globalización económica y la expansión urbana) a través de la detección de estrategias implementadas para permanecer en su lugar. Todo esto con el fin de develar el papel que los activos sociales y los relacionados a los vínculos con el lugar (vivencias, arraigos, anclaje territorial, significados) de cada residente tienen a la hora de decidir abandonar actividad, vender la propiedad, migrar a otro sitio y que, en definitiva, influyen en la tendencia al cambio del borde urbano. Asimismo, se considera que una metodología mixta que integre técnicas de recopilación y análisis cuali-cuantitativas resulta conveniente para captar las dimensiones que se pretenden abordar.

ESTRATEGIA TEÓRICO-METODOLÓGICA EN EL ESTUDIO DE LOS ESPACIOS DE BORDE

 

Haciendo eco, por un lado, de lo expresado en el apartado anterior los bordes urbano rurales requieren enfoques de estudio que no solo hagan foco en los usos y formas de ocupación del suelo, sino que permitan interpretarlos como espacios dinámicos atendiendo la dimensión cultural, las formas en que se viven y perciben estos ámbitos desde sus propios residentes y cotidianidad; y, simultáneamente, observar la incidencia de la dimensión política, es decir la visión y perspectiva de planificadores, inmobiliarias y organismos que accionan y gestionan en estos ámbitos.

Por otro lado, durante los últimos años en la disciplina geográfica se produce un giro que focaliza en la dimensión sensible del espacio, hacia el sujeto y su vida cotidiana (Hiernaux, 2008Hiernaux, D. (2008). “Geografía objetiva” versus “geografía sensible”: Trayectorias divergentes de la geografía humana en el siglo XX”. Revista da ANPEGE, 4, pp. 29-45. DOI: 10.5418/ra2008.0404.0002). En este marco, y haciendo referencia a los desafíos de la ciencia geográfica en las últimas décadas, Turco (2010Turco, A. (2010). Figuras narrativas de la geografía humana. En Lindón y Hiernaux (dirs.) (2010). Los giros de la Geografía Humana. Desafíos y horizontes. Universidad Autónoma Metropolitana (pp. 91-119) México: Anthropos.) afirma a necesidad de desplazar el interés desde el espacio paratáctico, relacionado con un modelo descriptivo centrado en las permanencias, localizaciones, coordenadas y articulaciones causales y medibles, al del espacio liminar, que lleva a comprenderlo desde los sentimientos, significados y representaciones y enfatizar, además, en la mutabilidad y complejidad del mismo (Turco 2010Turco, A. (2010). Figuras narrativas de la geografía humana. En Lindón y Hiernaux (dirs.) (2010). Los giros de la Geografía Humana. Desafíos y horizontes. Universidad Autónoma Metropolitana (pp. 91-119) México: Anthropos.; Hiernaux, 2008Hiernaux, D. (2008). “Geografía objetiva” versus “geografía sensible”: Trayectorias divergentes de la geografía humana en el siglo XX”. Revista da ANPEGE, 4, pp. 29-45. DOI: 10.5418/ra2008.0404.0002).

En este marco, la propuesta se sustenta en un diseño mixto con predominio de la lógica cualitativa puesto que en la etapa de la recolección y el análisis de los datos se triangulan fuentes y técnicas, y además, algunos datos cualitativos se convierten en cuantitativos (nominales y ordinales) para su tratamiento con sistemas de información geográfica (Hernández Sampieri y Mendoza, 2018Hernández Sampieri, R. y Mendoza, C. (2018).Metodología de la investigación: las rutas cuantitativa, cualitativa y mixta. México: Mc. Graw Hill.) (ver figura 2).

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Figura 2 ETAPAS METODOLÓGICAS PROPUESTAS Fuente: elaboración propia.

La perspectiva teórica se basa en la fenomenología5La fenomenología procura entender los fenómenos estudiados desde la perspectiva de los actores involucrados. En este marco, el espacio se convierte en lugar, cargado de significación, subjetividad y experiencias. De este modo examina como se vivencia el espacio geográfico y los vínculos que el hombre establece con su lugar cotidiano (Estébanez Álvarez, 1982Estébanez Álvarez, J. (1982). La Geografía Humanística. Anales de Geografía de la Universidad Complutense, 2(11), pp. 11-31.). (Bailly y Ferrier, 1986Bailly, A. y Ferrier, J. (1986). Savoir lire le territoire : plaidoyer pour une géographie régionale attentive à la vie quotidienne. Espace géographique. 15(4), pp. 259-264.; Bailly y Scariatti, 1984Bailly, A. Y ScariattiR. (1984). L’humanisme en géographie. Les grandes temes de la géographie humaine, pp. 213-222.; Tuan, 2007Tuan, Y. (2007). Topofilia. Un estudio de las percepciones, Actitudes y valores sobre el entorno. Traducción FlorDurán de Zapata. Título original: Topophilia. A study of environmental perception, attitudes and values. Recuperado de https://bibliotecadigital.mineduc.cl/handle/20.500.12365/17632) con foco en la dimensión sensible del espacio, en el sujeto y su vida cotidiana. Este último concepto transversal constituye un campo emergente y en construcción de la Geografía, nutrido de los aportes de distintas perspectivas como la Geografía Cultural, la Geografía Humanista y de las representaciones, la Geografía Social (Hiernaux, 2008Hiernaux, D. (2008). “Geografía objetiva” versus “geografía sensible”: Trayectorias divergentes de la geografía humana en el siglo XX”. Revista da ANPEGE, 4, pp. 29-45. DOI: 10.5418/ra2008.0404.0002; Lindón y Hiernaux, 2006Lindón, A. (2006). Geografías de la vida cotidiana. En: Lindón y Hiernaux (2006). Tratado de Geografía Humana (pp. 356-400) México: Anthropos. y 2010Lindón, A. y Hiernaux, D. (dirs.). (2010). Los giros de la Geografía Humana. Desafíos y horizontes. Universidad Autónoma Metropolitana. México: Anthropos.).

En la tabla 1 se pueden observar los ejes de análisis propuestos, los principales conceptos abordados, las categorías, variables y dimensiones que se desprenden de ellos, de manera que abarque la complejidad del objeto de estudio desde su configuración social, espacial y la dinámica de la misma para observar de qué manera inciden en la disposición al cambio y en las transformaciones propias de este espacio.

Tabla 1 PRINCIPALES EJES DE ANÁLISIS Y DESCOMPOSICIÓN ANALÍTICA DE LOS CONCEPTOS CLAVE EN EL ESTUDIO DEL RURURBANO 
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Fuente: elaboración propia.

Ejes de análisis propuestos

 

Es necesario aclarar que los cuatro ejes se establecen con la finalidad de comprender el objeto estudiado de manera detallada, sin embargo, se sostiene que la dimensión espacial y social son inseparables-:

  1. El rururbano como un mosaico de paisajes heterogéneos6El término mosaico de paisajes, desde una perspectiva geográfica, hace alusión al concepto ecotono geográfico que da cuenta de la diversidad de usos del suelo y componentes urbanos, rurales y rurbanos que asume la configuración espacial en los espacios de transición y su consecuente dinamismo (Petagna de Del Río, 1990Petagna de Del Río, A. (1990). La complejidad geográfica en la transición ciudad-campo: el sector Aldea Romana en el partico de Bahía Blanca. Revista Universitaria de Geografía, 4(1y2), pp. 55-78.). En la misma línea de pensamiento, Cardoso (2020Cardozo, M. (2020). Aproximaciones al paisaje rururbano: patrones morfológicos en el sector norte de la ciudad de Santa Fe. En Cardozo, M. y Acosta NateP. (2020). Contribuciones al estudio latinoamericano del rururbano (pp. 99-114) Santa Fe: Universidad del Litoral.) aporta la definición de “mosaico paisajístico” propio de interfaces rural-urbanas y asociado a la mezcla de usos del suelo, funciones y modos de organización socio-económica que definen patrones típicos y contrastados.: en este eje, el concepto principal es el de paisaje (ver Tabla 1) entendiendo que no solo abarca la organización singular que presentan los elementos físicos y humanos en un espacio determinado -el aspecto visible- sino que también se debe contemplar la percepción y los significados que la humanidad le otorga a cada uno (Gómez Mendoza, 1999Gómez Mendoza, J. (dir.). (1999) 1999. Los paisajes de Madrid: naturaleza y medio rural. España: Alianza Editorial. 304 pp.; Brunet, 1982Brunet, R. (1982). Análisis de paisajes y semiología. En Gómez Mendoza, J. et al. (1982). El pensamiento geográfico (pp. 485-493) Madrid: Alianza Universidad.; Nogué 2011Nogué, J. (2011) Paisaje, territorio y sociedad civil”. Revista da ANPEGE, 7(7), p. 3-12. DOI: 10.5418/RA2011.0707.0001). Al reflexionar sobre el rururbano como un paisaje singular signado por la heterogeneidad consecuencia de la superposición de formas naturales y humanas se considera clave la identificación de componentes y la diferenciación de áreas resulta de interés en la búsqueda de una comprensión y gestión adecuada. Además, como paisaje cultural es imperioso conocer la percepción y vivencias de los residentes para alcanzar un conocimiento integral y más acabado sobre los motivos y maneras de intervención (ver tabla 1).
  2. El rururbano como un espacio cotidiano, de vivencias y significados: el concepto de cotidianidad entendido como el hacer diario en los ámbitos donde se mueve e interactúa cada sujeto y las rutinas que modelan los espacios vividos cargados de sentidos similares o diferentes al resto, y donde lo simbólico -representaciones, imágenes, significados- y el tiempo, que es el de las prácticas diarias, se enmarca, a su vez, en un tiempo histórico (Lindón, 2012Lindón, A. (2012). Corporalidades, emociones y espacialidades. Hacia un renovado betweenness. RBSE-Revista Brasileira de Sociología da Emoção, 11(33), pp 686-706. Recuperado dehttp://www.cchla.ufpb.br/rbse/AliciaLindonDos.pdf, 2006, Di Meo, 1999Di Meo, G. (1999). Geographies tranquilles du quotidien. Une analyse de la contribution des sciences sociales et de la geographie à l´etude des practiques spaciales. Cahiers de Geographie du Quebec, 43 (118), pp. 75-93. Recuperado de https://www.erudit.org/fr/revues/cgq/1999-v43-n118-cgq2690/022788ar/; Ortiz Guitart, 2004OrtizGuitart, (2004). Reflexiones en torno a la construcción cotidiana y colectiva del sentido de lugar en Barcelona. Polis: Investigación y Análisis Sociopolítico y Psicosocial, (1), pp. 161-183. Recuperado dehttp://www.redalyc.org/pdf/726/72610409.pdf) se convierte en la clave para conocer cómo sienten, piensan, viven su lugar los residentes del borde y los vínculos que entablan con el mismo. En este hacer y rehacer se apropia el espacio, se generan patrones asociados a las formas de habitar y a las actividades propias de estos contextos, y se construye el anclaje territorial (Riou, 2011Riou, Y. (2011). Representations, participation, ancrage, identite: quatre piliers pour penser l'inscription territoriale. Le cas du Berry (Tesis doctoral). Recuperada de https://tel.archives-ouvertes.fr/tel-00730366) -entendido como el enraizamiento de cada habitante a su espacio vivido desde lo afectivo como desde los modos de habitar- que permite interpretar al rururbano como un área de significados que despierta sentimientos y lazos de pertenencia cimentados en un proceso de múltiples experiencias cotidianas y que condiciona el comportamiento y las acciones de resiliencia y, en consecuencia, la organización del espacio geográfico (ver Tabla 1).
  3. El rururbano como un escenario donde sus residentes ponen en marcha estrategias: en este eje de análisis se aspira a examinar las distintas modalidades de respuesta y adaptación, frente a las tensiones que genera el avance urbano y los cambios producidos por la globalización. El concepto clave es el de estrategias de permanencia (de sobrevivencia, de acumulación) y abandono (Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (Celade), 2002Centro Latinoamericano Y Caribeño De Demografía (Celade) (2002). Vulnerabilidad socio demográfica: viejos y nuevos riesgos para comunidades, hogares y personas. Separata LC/W3. Brasillia: Comisión Económica para América Latina y el Caribe, de las Naciones Unidas. Recuperado de https://repositorio.cepal.org/handle/11362/13053; Tacoli, 2003Tacoli, C. (2003). Impactos obre los modos de vida y estrategias económicas en la interfase periurbana: un relevamiento de los temas de debate. Cuadernos del Cendes,53(53), pp. 39-49. Recuperado dehttp://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1012-25082003000200004; Ruiz Ballesteros, 2009Ruiz Ballesteros, E. (2009). El turismo comunitario desde la perspectiva de la resiliencia socio-ecológica. En Ruiz Ballesteros, E. y Vintimillia, M.A. (eds.) (2009). Cultura, comunidad y turismo: ensayos sobre el turismo comunitario en Ecuador. Quito: Abya-Yala, pp.165-190.) sobre la base de que cada residente -condicionado por sus recursos técnicos, financieros, así como su red de vínculos sociales y con el lugar- actúa de manera particular y ofrece su modalidad de resistencia, adaptación y resiliencia de acuerdo con la exposición a la cual está sometido su entorno natural y socioeconómico (ver tabla 1).

    Si bien se establecen cuatro ejes de análisis los resultados obtenidos a través del estudio de cada uno contribuyen a enriquecer o son necesarios para la interpretación de los demás. Así las conclusiones obtenidas en el primer y segundo eje de análisis son clave para comprender el tercer y cuarto eje propuesto.

  4. El rururbano como un ámbito vulnerable y frágil: a través de este eje se procura detectar las transformaciones en el paisaje y en los modos de vida que provocan las presiones provenientes del proceso de globalización económica (Ducci, 2000Ducci, M. (2000). Santiago: territorios, anhelos y temores. Efectos sociales y espaciales de la expansión urbana. Eure, 26(79), pp. 5-24. 10.4067/S0250-71612000007900001; Ávila Sánchez, 2009Ávila Sánchez, H. (2009). Periurbanización y espacios rurales en la periferia de las ciudades. Estudios Agrarios, (41), pp. 93-123. Recuperado de:https://biblat.unam.mx/es/revista/estudios-agrarios/articulo/periurbanizacion-y-espacios-rurales-en-la-periferia-de-las-ciudades) y de la expansión urbana que lo convierten en un espacio de cambios espaciales frecuentes y de tensiones sociales profundas que marcan a los habitantes y los obligan a tomar decisiones, en la mayoría de los casos, ajenas a sus sentimientos. Así, conceptos como riesgo, incertidumbre, vulnerabilidad y conflictos socioambientales constituyen la guía para el análisis (Barrenechea, Gentile, González, Natenzon, 2005Barrenechea, J., Gentile, E., González, S. y Natenzon, C. (2005). Una propuesta metodológica para el estudio de la vulnerabilidad social en el marco de la teoría social del riesgo. En Lago Martínez, S., Gómez Rojas, G. y Mauro, M. (coord.). (2005). En En torno a las metodologías: abordajes cualitativos y cuantitativos (pp. 179-196). Argentina: Proa XXI.; Wilches-Chaux, 1993Wilches Chaux, G. (1993). La vulnerabilidad global. En Maskrey, A. (ed.). (1993). Los desastres nos son naturales (pp. 9-50). Colombia: La Red, Tercer Mundo Editores. Recuperado de: http://desastres.usac.edu.gt/documentos/pdf/spa/doc4083/doc4083.htm; Walter, 2009Walter, M. (2009). Conflictos ambientales, socioambientales, ecológico distributivos, de contenido ambiental. Reflexionando sobre enfoques y definiciones. Boletín ECOS (6), Recuperado de https://www.fuhem.es/media/ecosocial/file/Boletin%20ECOS/Boletin%206/Conflictos%20ambientales_M.WALTER_mar09_final.pdf) (ver tabla 1). Es preciso aclarar que el concepto de vulnerabilidad se desagrega en distintos tipos, tomando como fundamento las reflexiones teóricas de Wilches Chaux (1993Wilches Chaux, G. (1993). La vulnerabilidad global. En Maskrey, A. (ed.). (1993). Los desastres nos son naturales (pp. 9-50). Colombia: La Red, Tercer Mundo Editores. Recuperado de: http://desastres.usac.edu.gt/documentos/pdf/spa/doc4083/doc4083.htm), de las cuales solo se mencionan los contemplados para este trabajo: la vulnerabilidad física, relacionada con la localización de una población en una zona de riesgo o a la ineficiencia de infraestructura física para absorber los riesgos; la económica, asociada al capital/ingresos de un grupo humano para enfrentar situaciones de riesgo, en consecuencia, vinculada con las estrategias que un grupo puede implementar; la social, referida a la cohesión interna de una comunidad, relaciones entre ellos e identificación, aspectos que colaboran en la manera de sobrellevar y superar una situación catastrófica; la técnica, relacionada con el capital tecnológico que posee una población; la vulnerabilidad cultural, referida a las características distintivas de una sociedad, concepciones, costumbres, valores, que lleva a concebir algo desde un perspectiva diferente a otra sociedad.

Etapas metodológicas propuestas

 

La figura 2 sintetiza las diferentes etapas del proceso de investigación presentado -diferenciadas en aquellas acciones que comprenden la investigación documental y de diseño en gabinete, la desarrollada en el terreno o empírica y sobre investigación analítica y de procesamiento de datos- y se puntualizan las técnicas de recolección y análisis en cada una identificando, además, la perspectiva metodológica y las instancias donde se propone la integración metodológica con triangulación de fuentes y métodos/ técnicas.

La fase empírica, se basa en un arduo trabajo de campo, fuente de información de primera mano que facilita la articulación investigador-actor-realidad. Parte de la recopilación de datos “in situ” se realiza desde un enfoque fenomenológico/experiencial, mediante la observación directa, cercana a la participativa7La observación participante se relaciona con la captación del hecho geográfico desde todos los sentidos, no solo la vista. En este marco, existe una interacción entre el investigador y los escenarios investigados que abarca distintos niveles de participación hasta el involucramiento total del investigador como un integrante más de la comunidad objeto de estudio (Hernández Sampieri y Mendoza, 2018Hernández Sampieri, R. y Mendoza, C. (2018).Metodología de la investigación: las rutas cuantitativa, cualitativa y mixta. México: Mc. Graw Hill.). Para el trabajo presentado el involucramiento fue moderado, es decir, a través de la observación y la aplicación de entrevistas se procuró la escucha activa y la participación en algunas de las rutinas y prácticas propias de los residentes de este sitio con la finalidad de alcanzar una compresión de los mismos desde la empatía., y con el empleo de entrevistas semi-estructuradas a residentes para conocer las actividades, sentimientos, vínculos sociales, vivencias y el significado que tienen de su espacio cotidiano e identificar cómo perciben el riesgo que involucra cambiar de actividad, modo de vida y perder sus propiedades debido al avance de la mancha urbana y el proceso de globalización. Asimismo, se aplica una observación estructurada, en especial, para identificar componentes naturales y sociales del área, así como evidenciar la heterogeneidad de paisajes y usos en este ámbito.

Es preciso aclarar que el universo comprende la población residente en el rururbano, en especial, los habitantes dedicados a tareas rurales o relacionados a ellas (en la actualidad o en el pasado) y los que poseen alguna actividad incompatible con el uso de suelo urbano (como los hornos de ladrillo) puesto que se consideran los más afectados por el avance de la ciudad y con riesgo de perder su trabajo y/o de vender su propiedad o parte de ella. La recopilación se efectúa mediante un muestreo teórico, no probabilístico, en el cual se combina la modalidad de “juicio experto” y “bola de nieve”, método que permite seleccionar las unidades de análisis (experimental) sobre las cuales se enfoca todo el proceso investigativo que corresponde a un residente de cada propiedad del área de estudio. La recopilación se efectúa mediante un muestreo teórico, no probabilístico, en el cual se combina la modalidad de “juicio experto” y “bola de nieve”, método que permite seleccionar las unidades de análisis sobre las cuales se enfoca todo el proceso investigativo que corresponde a un residente de cada propiedad del área de estudio. La recopilación finalizó al cumplirse el principio de saturación, es decir, cuando las respuestas fueron reiterativas en diferentes situaciones observadas. Se realizaron 27 (veintisiete) entrevistas a propietarios o arrendatarios dedicados a tareas rurales intensivas, hornos de ladrillo o antiguos residentes del borde. Es preciso señalar que cada jornada en el terreno tuvo una duración de 3 a 5 horas diarias y dada la extensión del área de estudio se realizaron 20 (veinte) salidas al terreno.

En el momento analítico o de procesamiento de datos se implementan tres procesos, que a su vez combinan técnicas y procedimientos:

  1. la descripción y posterior clasificación de áreas de paisaje en el rururbano teniendo en cuenta el relieve (altura, morfología, tipo); hidrografía (tipo); suelo (tipo); vegetación (tipo, calidad y distribución); infraestructura (tipo, distribución); usos del suelo (tipo y modalidades); actividades (modalidad) y división parcelaria (tamaño); además de los calificativos otorgados y descripciones realizadas por los residentes del área (ver primer eje de análisis en figura 2). Para delimitar las áreas de paisaje se recurrió a las primeras etapas de la metodología propuesta por María de Bolós (1992De Bolós, M. (1992). Manual de la ciencia del paisaje. Teorías, métodos y aplicaciones. Barcelona: Masson S.A., 273 pp.) que favorece la identificación de unidades espaciales homogéneas considerando los elementos naturales diferenciadores y sociales. En este marco, el análisis de fotografías aéreas y de los datos obtenidos con planillas de observación sumado al aporte de las entrevistas realizadas permiten delimitar áreas de paisajes diferenciados en el rururbano bahiense tal como se observa en las figuras 3 y 4.
  2. La interpretación de las narrativas espaciales, a través de un análisis temático -identificando categorías de estudio para su comparación entre los distintos actores del rururbano- y contextual (ver segundo y tercer eje de análisis en figura 2), porque no se propone una interpretación autónoma de los hechos relatados por el entrevistado, sino que se sitúan en tiempo, espacio y se relacionan con los demás relatos del área de estudio. Este procedimiento permite recuperar la perspectiva desde las vivencias de los propios habitantes tal como se presenta en la sección de resultados.
  3. La correlación de diversas variables en un SIG (ver último eje de análisis en figura 2) con el fin de definir áreas según disposición al cambio -resultado de aplicar la calculadora ráster, sumar los rásteres de las variables seleccionadas para la operación (tenencia de la tierra, años de residencia, actividades realizadas, tipo de anclaje territorial, sentimientos que genera la expansión de la ciudad, estrategias empleadas y expectativas) y luego reclasificar los resultados en tres clases; y detectar sectores de mayor o menor vulnerabilidad a las presiones urbano-globales -con el empleo de la herramienta superposición ponderada que permite combinar capas reclasificadas (distancia a la ciudad, tenencia de la tierra, actividades realizadas, tipo de anclaje territorial, estrategias empleadas, expectativas, calificación de los vínculos sociales, disposición a abandonar la propiedad), en una escala de evaluación común de adecuación o preferencia, otorgarle a cada ráster de entrada el peso de importancia y producir, de este modo, el ráster de salida producto de la suma de estos valores, tal como se presenta en la figura 7-.
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    Figura 7 VULNERABILIDAD ESPACIAL Y DISPOSICIÓN AL CAMBIO EN EL RURURBANO DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA (PROVINCIA DE BUENOS AIRES, ARGENTINA) Fuente: elaboración propia sobre la base de trabajo en el terreno y aplicación de procedimientos con SIG.

RESULTADOS

 

A continuación, se presentan algunos de los resultados obtenidos para cada uno de los ejes propuestos.

Los datos recolectados tras numerosas salidas de campo sumado a los aportes de las entrevistas a los residentes del rururbano de Bahía Blanca permitieron corroborar la heterogeneidad de paisajes y definir áreas más o menos homogéneas entre las que se distinguen las dominadas por un elemento natural (ver figura 3 rururbano noreste: sector del Arroyo Napostá); otras destacadas por un uso particular como la producción ladrillera (ver figura 3 rururbano este-sector de hornos de ladrillo), una tercera donde se entremezclan elementos de disímil naturaleza pero donde la ocupación urbana es incipiente y en expansión (ver figura 3 y 4: rururbano noreste-sector de uso residencial disperso, rururbano norte-sector “Barrio cerrado”, rururbano norte-sector sobre la ruta 33); además se observan áreas donde las actividades intensivas y extensivas están en decadencia (ver figura 4: rururbano noroeste-sector de segundas residencias, usos intensivos en retroceso y explotaciones agropecuarias; rururbano noroeste-sector de usos intensivos y ocupación dispersa) y, por último, sectores donde aún prevalece la actividad rural (ver figura 3 y 4: rururbano norte y noreste-sector rural).

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Figura 3 PAISAJES EN EL SECTOR NORTE Y ESTE DEL RURURBANO DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA Fuente: elaboración propia sobre la base de relevamientos en el terreno.
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Figura 4 PAISAJES EN EL SECTOR NORTE Y NOROESTE DEL RURURBANO DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA Fuente: elaboración propia sobre la base de relevamientos en el terreno.

Del mismo modo, la recuperación de las narrativas espaciales, las vivencias, significados a través de las entrevistas semiestructuradas a los residentes del área de estudio, sumado a la observación favorecieron conocer la estructura social y comprender este espacio desde lo simbólico y la cotidianidad (segundo eje de análisis). En este marco se detectaron los tipos de residentes del borde bahiense, las prácticas cotidianas, la subjetividad espacial- relacionada con el anclaje territorial, los vínculos sociales y el sentido de pertenencia al lugar- y experiencias espaciales de cada uno de ellos.

Respecto a los residentes del área de estudio, se pueden clasificar en cuatro grupos: los dedicados a actividades rurales; los que prestan servicios rurales; los residentes ligados al ámbito rural en su juventud o que actualmente trabajan en campos más alejados del área de estudio y los nuevos habitantes. Los primeros -subdivididos entre los que trabajan de manera extensiva y los abocados a tareas intensivas, ya sea horticultura, cría de aves, de porcinos, equinos o actividades extractivas- son pequeños productores y ladrilleros artesanales, con una antigüedad de residencia en el borde de más de 20 años. Predomina el trabajo familiar y la tecnología que adoptan es limitada, además, exponen que la práctica agropecuaria constituye su forma de vida. Los prestadores de servicios rurales cuentan con maquinarias propias que alquilan a propietarios rurales o son contratados para realizar algún servicio como alambrar un campo y otros realizan servicios de construcción en los campos. El tercer grupo de residentes vinculados a tareas rurales en su juventud conserva los vínculos de amistad y familiares con productores agropecuarios de la zona; algunos se dedican al transporte de productos agropecuarios o a la cría de ovinos, vacunos o animales de porte menor. Los nuevos residentes del borde atraídos por la paz y la vida en contacto con la naturaleza se alejan de la urbe para habitar las periferias de la ciudad. Este grupo con una antigüedad menor a cinco años y que en algunos no reside permanentemente convive con aquellos pobladores de mayor cantidad de años de estadía en el área.

El análisis de las narrativas de estos grupos de entrevistados permite comprobar que en este espacio conviven dos estructuras sociales, una ligada a los pobladores más antiguos dedicados a tareas rurales extensivas o intensivas -actualmente o durante su juventud que mantienen los vínculos con la población rural- y los que prestan servicios al campo en este sector, y la otra relacionada con los nuevos pobladores del rururbano.

La primera, plena de rutinas ligadas al trabajo con la naturaleza y su disfrute, genera en los residentes un fuerte anclaje territorial, construido a través de gratas experiencias relacionadas con el sacrificio familiar, el trabajo, el esfuerzo y el amor por el campo, evidenciado en los lazos de pertenencia al espacio de borde y en el deseo de permanecer en este ámbito conservando sus características (ver figura 5) (Sereno, 2016Sereno, C. A. (2016). Encuentros y desencuentros en un espacio de borde: el caso del rururbano de la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Revista InterEspaço: Revista de Geografia e Interdisciplinaridade, 2(5) pp. 36-59. DOI: 10.18766/2446-6549/interespaco.v2n5p36-59 y 2018Sereno, C. (2018). El rururbano de la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Argentina: cotidianidad en un espacio de borde. InterEspaço: Revista de Geografia e Interdisciplinaridade; 4(15), pp. 260-287. 10.18764/2446-6549.v4n15p260-287). A continuación, se incorpora el fragmento de una entrevista que da cuenta de las características mencionadas:

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Figura 5 ESTRUCTURA SOCIAL DEL RURURBANO DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA Fuente: elaboración propia sobre la base de entrevistas y observaciones en el área de estudio.

“Llegué a este lugar para hacerme cargo del campo desde el fallecimiento de mi padre. Hacemos agricultura y ganadería, … ahora estamos apuntando un poco a la ganadería porque tenemos una cantidad de animales como para dedicarnos nada más que a eso, el campo es chico …. Mi día comienza a las siete, una buena mateada hasta las ocho y darle… atender las aves, los perros, ver el molino… ahora estoy engordando unos vacunos así que me voy hasta los comederos y le doy maíz, avena, pasto. Voy todos los días a echarle una ración, y después todos los arreglos, hoy me toco cortar ramas de tamariscos, limpiar, usarlo para leña, se va el día… termino 5 o 6 de la tarde… La rutina es aprovechar el día bien aprovechado… siempre hay creatividad y cosas por ir haciendo nuevas, por ejemplo, ahora estoy empleando un chico que me ayuda para vender algunos chanchos … Con los residentes cercanos se genera primero la amistad, por la cercanía y por la necesidad de conocerse que uno tiene, y después para brindarse algún servicio como prestamos de herramientas o cambio de aves ... siempre.

No me gustaría dejar este lugar, lo he hecho por las circunstancias económicas, pero siempre sabiendo que tenía que volver. Si tuviera un desarraigo de ese tipo sería un desarraigo obligado, sería como si me sacaran un pedacito de corazón… primero lo evitaría… estando equilibrado en la parte económica y como ser humano uno acá, disfruta, vive… (J. productor agropecuario del sector norte del rururbano bahiense, al momento de la entrevista hacía más de 15 años que residía en el sitio).

La segunda estructura social está ligada al nuevo poblador proveniente de la urbe, cuya red de vínculos se encadena con los procesos de la ciudad cercana, Bahía Blanca, que es el lugar de sus prácticas laborales y de estadía diaria. La misma se define por el individualismo, la soledad, preferencia por relacionarse con los pobladores urbanos y el amor por la naturaleza y la tranquilidad que brindan estos espacios (ver figura 5) (Sereno, 2016Sereno, C. A. (2016). Encuentros y desencuentros en un espacio de borde: el caso del rururbano de la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Revista InterEspaço: Revista de Geografia e Interdisciplinaridade, 2(5) pp. 36-59. DOI: 10.18766/2446-6549/interespaco.v2n5p36-59 y 2018Sereno, C. (2018). El rururbano de la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Argentina: cotidianidad en un espacio de borde. InterEspaço: Revista de Geografia e Interdisciplinaridade; 4(15), pp. 260-287. 10.18764/2446-6549.v4n15p260-287). Las expresiones de uno de los entrevistados revelan las características de esta segunda estructura:

“Hace un año y dos meses vivimos acá, yo he tenido campos… alquilaba hacienda… siempre estuve en el tema… elegimos este sitio por la tranquilidad, alejarse de lo que es Bahía Blanca, la urbe, y estar un poco más al aire libre. Trabajamos en la ciudad, vamos todos los días... Este lugar fue lo primero que tuvimos juntos, lo armamos juntos…dentro del poco orden que hay… hay mucho amor acá adentro… lo queremos. Nos gusta estar en contacto con la naturaleza, la tranquilidad, corre aire… verde… eso parece que no… pero relaja mucho a la persona que vive acá… llegas de ciertos problemas que hay en la ciudad y es un cable a tierra.

Parece que no, pero la gente que viene a vivir a estos lugares en el fondo somos medios raros… solitarios… cada uno se mete en su lugar, atiende sus plantas, atiende sus cosas, y al vecino: Hola que tal y nada más… gente muy buena, muy buena hay acá… no están en el tema del chusmerío… medianamente hay un trato cordial con los vecinos…” (M. nuevo residente en el rururbano norte, al momento de realizar la entrevistas llevaban un año y seis meses en el sitio).

Ambas se relacionan y conforman las particularidades de la estructura social rururbana donde se generan tensiones y conflictos debido a la incompatibilidad entre la lógica residencial y la rural; los vinculados a las fricciones producidas por los desequilibrios entre las exigencias económicas globales y las potencialidades reales de los residentes dedicados a tareas agropecuarias intensivas o extensivas y, aquellos relacionados a los problemas ambientales generados por la pugna entre la conservación de los servicios ecológicos de la periferia y el avance de usos que no los contemplan (Sereno, 2016Sereno, C. A. (2016). Encuentros y desencuentros en un espacio de borde: el caso del rururbano de la ciudad de Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, Argentina. Revista InterEspaço: Revista de Geografia e Interdisciplinaridade, 2(5) pp. 36-59. DOI: 10.18766/2446-6549/interespaco.v2n5p36-59). Todos ellos muestran los encuentros y desencuentros que tienen lugar en el rururbano bahiense y las controversias que ocurren en un espacio donde deciden y actúan diversos actores que, en consecuencia, implementan estrategias para permanecer, en los casos más afortunados, o para abandonar su propiedad, en las situaciones de mayor vulnerabilidad. A manera de síntesis, la figura 6 presenta algunas expresiones representativas que manifiestan como se vivencian estos conflictos en palabras de sus propios actores (tercer eje de análisis).

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Figura 6 LOS CONFLICTOS SOCIOAMBIENTALES DEL RURURBANO DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA EN LAS EXPRESIONES DE SUS RESIDENTES Fuente: elaboración propia sobre la base de entrevistas y observación en el área de estudio.

El análisis propuesto permite, además, identificar las principales fortalezas, debilidades, amenazas y oportunidades que experimentan los residentes del rururbano bahiense (ver tabla 2) y deducir que procuran, de manera constante, aprender a vivir en medio de la crisis, poniendo en marcha tácticas creativas limitadas por los recursos que poseen. Esto se corrobora en la expresión de Al., esposa de un productor agropecuario en el rururbano norte, cuando menciona que cada productor

Tabla 2 FORTALEZAS, DEBILIDADES, OPORTUNIDADES Y AMENAZAS DE LOS RESIDENTES DEL RURURBANO DE LA CIUDAD DE BAHÍA BLANCA 
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Fuente: elaboración propia sobre la base de entrevistas y observación en el área de estudio.

“… va cambiando… tenía vacas… después tuvo que dedicarse al lanar… el lanar tampoco anduvo porque los que crían cerdo abarcaron las ventas en la ciudad... ahora cerdo… bueno, le vas buscando la vuelta… pero tenés que estar cerca de la ciudad…” (Entrevista realizada en 2013).

También se evidencia, en algunos casos, la adaptación de los conocimientos técnico-científicos con los vivenciales, generalmente en los más jóvenes que apuntan a poner en práctica los saberes de sus padres sin descartar el asesoramiento de los técnicos, tal como se observa en la entrevista realizada a S. una horticultora del rururbano noroeste:

“Tomo algunas cosas de los conocimientos de mi padre y las voy modificando porque hay cosas que yo no sé y las hago como él me dice que las haga… además consulto con el ingeniero… voy tomando de cada uno lo que me parece mejor… mi papá tiene la experiencia… no la sabe por teoría sino por práctica… el ingeniero tiene teoría…” (Entrevista realizada en 2014).

Por otra parte, se confirma el valor de los lazos sociales, otro factor decisivo en el fortalecimiento del arraigo y la resistencia a abandonar sus propiedades, tal como lo deja ver la expresión de G. productor agropecuario del área de estudio:

“… conozco a todos los vecinos, han ido cambiando… hay vecinos que son como yo, que todavía confían en la explotación agropecuaria y nos ayudamos mutuamente…” (Entrevista realizada en 2011).

La interpretación de los sucesos en esta franja desde la perspectiva del riesgo y la vulnerabilidad para los habitantes rurales y más antiguos del área, como el análisis de sus respuestas frente al proceso de globalización económica y la urbanización permitió vislumbrar la dinámica en el rururbano de Bahía Blanca (cuarto eje de análisis). Así, la combinación y ponderación de variables de análisis a través del SIG favoreció detectar y comprobar que la mayoría de los residentes con baja vulnerabilidad se resisten al cambio (baja disposición al cambio), tienen un fuerte sentido de pertenencia a la propiedad y a la actividad, es decir, pertenecen al tipo de anclaje territorial “enamorados del lugar”, aunque son limitados los casos que presentan activos físicos y materiales suficientes para reconvertir sus producciones, incorporar tecnología y superar los conflictos socioeconómicos.8El anclaje territorial enamorado del lugar se relaciona con pobladores nacidos en este espacio, dedicados (en el presente o en el pasado) a trabajos rurales heredados. Por esta razón eligen sectores que incluyan las características distintivas del campo para habitar o aquellos propicios para la actividad agropecuaria. Sus expectativas se centran en conservar estos ámbitos y rechazan el avance de la ciudad (Sereno, 2020bSereno, C. A. (2020b). Anclajes territoriales en un espacio de borde: el caso del rururbano de la ciudad de Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina). Perspectiva Geográfica, 25(2), pp. 56-79. DOI: 10.19053/01233769.11032). Mientras que las altas vulnerabilidades se asocian a la falta de expectativas y percepción sobre su futuro en el lugar, a un tipo de anclaje forzado por razones familiares o laborales, a la incompatibilidad del uso residencial con las tareas que realizan y a los inconvenientes económicos de los propietarios que no cuentan con el capital necesario para poner en marcha estrategias de acumulación y posicionarse mejor.9El anclaje territorial forzado por razones familiares o laborales se relaciona con residentes obligados a habitar en el rururbano porque constituye su ámbito laboral o por motivos personales. En el primer caso la expansión urbana es percibida con resistencia porque pone en peligro la actividad que los sustenta. Para el segundo caso, el crecimiento urbano constituye una ventaja para obtener servicios e infraestructura (Sereno, 2020bSereno, C. A. (2020b). Anclajes territoriales en un espacio de borde: el caso del rururbano de la ciudad de Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina). Perspectiva Geográfica, 25(2), pp. 56-79. DOI: 10.19053/01233769.11032). Es decir que lo que marca la diferencia para ser incluido en una u otra categoría son los activos intangibles, vinculados a los sentimientos y significados hacia sus espacios vividos; en este marco se demuestra la manera en que el anclaje territorial incide en la selección de tácticas para hacer frente a estos eventos a los que están expuestos y constituye una fortaleza para afrontar los cambios (Sereno y Santarelli, 2012Sereno, C. y Santarelli, S. (2012). El rururbano: un espacio de vulnerabilidad y riesgo. Estudio cualitativo en la ciudad de Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, Argentina. Cuadernos de Geografía, 21(2), pp. 149-165. y Sereno 2020aSereno, C. A. (2020a). El rururbano de la ciudad de Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires, Argentina): ¿residentes vulnerables a los cambios?Estudios socioterritoriales (28), pp. 1-25. DOI: 10.37838//unicen/est.28-063).

Al observar en la cartografía la distribución de la vulnerabilidad y disposición al cambio (ver figura 7) se puede afirmar que la mayor vulnerabilidad se localiza en el rururbano noroeste y este; mientras que la menor se encuentra en el rururbano norte y noreste. Por otra parte, se corrobora que existe un predominio de baja disposición al cambio en el rururbano norte y noroeste del área de estudio; mientras que las medias y altas disposiciones al cambio se concentran en el rururbano norte y este (ver figura 7).

En este marco se deduce que el sector del rururbano este presenta mayores posibilidades de ser absorbido por la urbanización puesto que sus residentes están dispuestos al cambio y, además, tienen condiciones de vulnerabilidad para enfrentar y resistir esta situación. Lo contrario se observa en el rururbano norte donde se localizan aquellos con menor disposición al cambio y con vulnerabilidades generales medias o bajas gracias a los recursos materiales, técnicos, sociales y/o económicos con los que cuentan. En el sector noroeste se emplazan residentes vulnerables, pero no dispuestos a transformar su actividad, modo de vida y adaptarse al crecimiento urbano, situación que constituye un freno para el avance hacia ese sector de Bahía Blanca, al menos en el corto plazo. No obstante, es de destacar que también se ubican allí, entrevistados que tienen una actividad especulativa y en un futuro podrían acceder a vender las propiedades.

DISCUSIÓN Y REFLEXIONES FINALES

 

Lo antes planteado permite reflexionar sobre la tendencia de crecimiento que tendrá la ciudad en un futuro cercano y conduce a plantear distintos interrogantes relacionados a:

¿qué sucederá si la venta de los sectores más vulnerables se concreta? ¿de qué manera procederán aquellos que desean permanecer en estas áreas? ¿qué papel jugará su anclaje territorial en sus decisiones y estrategias? ¿especularán también hasta obtener los mayores beneficios retrasando el avance urbano? ¿cómo se dará la interacción entre los antiguos y nuevos pobladores de la zona? ¿cómo sucederá este proceso de transformación de un espacio con predominio rural? ¿se contemplarán los deseos y necesidades de los pobladores del área desde los organismos de planificación urbana?

Además, el análisis contribuye a detectar conflictos socioambientales y esbozar las diferentes oportunidades que este espacio presenta y que constituyen los principales retos para la gestión y planificación de los mismos, tal como se observa en las tablas 3 y 4.

Tabla 3 CONFLICTOS DETECTADOS EN EL RURURBANO BAHIENSE Fuente: elaboración propia sobre la base sobre la base del análisis de entrevistas, relevamientos en el terreno y bibliografía consultada.
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Fuente: elaboración propia sobre la base sobre la base del análisis de entrevistas, relevamientos en el terreno y bibliografía consultada.

Tabla 4 OPORTUNIDADES EN EL RURURBANO BAHIENSE Fuente: elaboración propia sobre la base sobre la base del análisis de entrevistas, relevamientos en el terreno y bibliografía consultada.
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Fuente: elaboración propia sobre la base sobre la base del análisis de entrevistas, relevamientos en el terreno y bibliografía consultada.

Lejos de agotar el análisis, los resultados obtenidos generan nuevas incógnitas y oportunidades de indagación tales como ¿de qué manera integrar los intereses de los residentes del rururbano con los nuevos emprendimientos urbanos, industriales y comerciales que captan estas zonas? ¿qué papel deberían cumplir los organismos de gestión y planificación urbana? ¿de qué manera lograr una gestión participativa que contemple las necesidades de los nuevos y antiguos residentes? ¿cómo lograr el equilibrio entre las formas de aprovechamiento de este espacio, la calidad de vida de sus pobladores y la conservación de los bienes naturales que poseen estos bordes? cada una de ellas motiva y desafía a continuar la indagación de estos espacios de transición.

Por otra parte, aporta una propuesta teórico-metodológica para abordar el estudio desde cuatro ejes de análisis que permiten conocer la situación actual de un espacio de borde desde lo espacial- a través de la identificación y descripción de sus paisajes- como desde su dimensión social- a través del estudio de su cotidianidad, con una mirada especial en los pobladores dedicados a tareas rurales que permanecen en estas áreas propensas a urbanizarse- y, de este modo, reconocer el actual potencial y riesgo del rururbano para convertirse en urbano, pero supeditado a las decisiones de los actores/residentes del lugar -consecuencia de los sentimientos hacia el lugar y la actividad que practica, así como el anclaje territorial vinculado a la pertenencia al lugar- y a la puesta en marcha de sus estrategias de resistencia y adaptación las que determinarán la propensión al cambio y la velocidad con la que esto ocurra. En este marco, muestra la utilidad de integrar técnicas, métodos y fuentes de datos a través de una estrategia multimétodo en el estudio de un espacio geográfico complejo, y el aporte de un sistema de información geográfica para combinar y elaborar cartografía síntesis en un trabajo donde la perspectiva teórica que predomina es la cualitativa.

DECLARACIÓN DE CONFLICTO DE INTERESES

 

Los/as autores/as de este artículo declaran no tener conflictos de intereses financieros, profesionales o personales que pudieran haber influido de manera inapropiada en este trabajo.

FUENTES DE FINANCIACIÓN

 

Este trabajo es realizado en el marco del proyecto “Los espacios locales y regionales como una construcción socio-cultural. Análisis multiescalar (2da parte)” financiado por la Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca, Argentina).

DECLARACIÓN DE CONTRIBUCIÓN DE AUTORÍA

 

Claudia A. Sereno: Conceptualización, Análisis formal, Investigación, Metodología, Administración de proyecto, Redacción – borrador original, Redacción – revisión y edición.

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NOTAS

 

1 

Este trabajo es realizado en el marco del proyecto “Los espacios locales y regionales como una construcción socio-cultural. Análisis multiescalar” (2da Parte) ”financiado por la Secretaria de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional del Sur (Argentina). Los resultados presentados forman parte de la Tesis doctoral: “Procesos socioambientales en un espacio del borde. Estrategias de los actores en el rururbano bahiense” (2017).

2 

Esta estrategia consiste abordar un tema a través del uso integrado de procedimientos de recolección y análisis cualitativos y cuantitativos y se detalla en el apartado Estrategia teórico-metodológica para el estudio de los espacios de borde. La misma es cada vez más común en los ámbitos de investigación dada la complejidad de la realidad socio-espacial signada por lógicas globalizadas y posmodernas (Blanco y Pirella, 2016Blanco, N. y Pirela, J. (2016). La complementariedad metodológica: Estrategia de integración de enfoques en la investigación social. Espacios públicos, 19(45), pp. 97-111. Recuperado de:https://www.Redalyc.org/pdf/676/67646966005.pdf; Sánchez Gómez, 2015Sánchez Gómez, M.C. (2015). La dicotomía cualitativo-cuantitativo: posibilidades de integración y diseños mixtos. Campo Abierto, vol. Monográfico, pp. 11-30.; Mendizábal, 2019Mendizabal, N. (2019). Los componentes del diseño flexible en la investigación cualitativa. En: Vasilachis de GialdinoI. (coord.) (2019). Estrategias de Investigación Cualitativa. Volumen II. Barcelona, España: Gedisa.).

3 

Si bien son escasos los autores que establecen una diferencia entre rururbano y periurbano la distinción existe y es necesaria para los fines de esta presentación. Asimismo, algunos no utilizan el vocablo rururbano, aunque las características que describen coinciden con el espacio objeto de este trabajo. Entre ellos: González Plazas (2006González Plazas, J. (2006). Caracterización socioespacial actual del hábitat en la periferia urbana de Manizales. El Cable, (5), pp. 7-25. Recuperado de:https://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/22643); Arango Escobar (2008Arango Escobar, G. (2008). Salvemos el espacio rururbano colombiano. Cuadernos de Vivienda y Urbanismo, 1(2), pp. 394-409. Recuperado de:https://revistas.javeriana.edu.co/index.php/cvyu/article/view/5499); García Ramón et al. (1995García Ramón,M. D. et al. (1995). Geografía Rural. Colección Espacios y sociedades. Serie General N°10. Barcelona, España: Síntesis.); Bozzano (2000Bozzano, H. (2000). Territorios pensados, imaginados y reales. Buenos Aires: Espacio. 265 pp.); Zuluaga Sánchez (2005Zuluaga Sánchez, G. P. (2005). Dinámicas territoriales en frontera Rural-urbana en corregimiento de Santa Elena, Medellín. (Tesis de Maestría). Recuperado dehttps://repositorio.unal.edu.co/handle/unal/8407?show=full).

4 

Se entiende por paisaje a “…la forma que adoptan los hechos geográficos tanto físicos como humanos, sobre la superficie de la tierra; igualmente las representaciones que les otorgamos y los valores que les concedemos de modo personal o colectivo. El paisaje se sitúa así en el plano de contacto entre los hechos naturales y los de ocupación humana; también en el de los objetos y los sujetos que los perciben y actúan sobre ellos” (Gómez Mendoza, 1999Gómez Mendoza, J. (dir.). (1999) 1999. Los paisajes de Madrid: naturaleza y medio rural. España: Alianza Editorial. 304 pp., p. 13); es decir, que no solo comprende la organización singular que presentan los elementos físicos y humanos en un espacio determinado -el aspecto visible- sino que también se contempla la percepción y los significados que la humanidad le otorga a cada uno. En este sentido constituye un indicador sintético que permite visualizar la relación del hombre con el entorno natural y, por lo tanto, fundamental a la hora de detectar la degradación y planificar intervenciones eficaces en un espacio determinado (Gómez Mendoza, 1999Gómez Mendoza, J. (dir.). (1999) 1999. Los paisajes de Madrid: naturaleza y medio rural. España: Alianza Editorial. 304 pp.; Brunet, 1982Brunet, R. (1982). Análisis de paisajes y semiología. En Gómez Mendoza, J. et al. (1982). El pensamiento geográfico (pp. 485-493) Madrid: Alianza Universidad.).

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La fenomenología procura entender los fenómenos estudiados desde la perspectiva de los actores involucrados. En este marco, el espacio se convierte en lugar, cargado de significación, subjetividad y experiencias. De este modo examina como se vivencia el espacio geográfico y los vínculos que el hombre establece con su lugar cotidiano (Estébanez Álvarez, 1982Estébanez Álvarez, J. (1982). La Geografía Humanística. Anales de Geografía de la Universidad Complutense, 2(11), pp. 11-31.).

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El término mosaico de paisajes, desde una perspectiva geográfica, hace alusión al concepto ecotono geográfico que da cuenta de la diversidad de usos del suelo y componentes urbanos, rurales y rurbanos que asume la configuración espacial en los espacios de transición y su consecuente dinamismo (Petagna de Del Río, 1990Petagna de Del Río, A. (1990). La complejidad geográfica en la transición ciudad-campo: el sector Aldea Romana en el partico de Bahía Blanca. Revista Universitaria de Geografía, 4(1y2), pp. 55-78.). En la misma línea de pensamiento, Cardoso (2020Cardozo, M. (2020). Aproximaciones al paisaje rururbano: patrones morfológicos en el sector norte de la ciudad de Santa Fe. En Cardozo, M. y Acosta NateP. (2020). Contribuciones al estudio latinoamericano del rururbano (pp. 99-114) Santa Fe: Universidad del Litoral.) aporta la definición de “mosaico paisajístico” propio de interfaces rural-urbanas y asociado a la mezcla de usos del suelo, funciones y modos de organización socio-económica que definen patrones típicos y contrastados.

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La observación participante se relaciona con la captación del hecho geográfico desde todos los sentidos, no solo la vista. En este marco, existe una interacción entre el investigador y los escenarios investigados que abarca distintos niveles de participación hasta el involucramiento total del investigador como un integrante más de la comunidad objeto de estudio (Hernández Sampieri y Mendoza, 2018Hernández Sampieri, R. y Mendoza, C. (2018).Metodología de la investigación: las rutas cuantitativa, cualitativa y mixta. México: Mc. Graw Hill.). Para el trabajo presentado el involucramiento fue moderado, es decir, a través de la observación y la aplicación de entrevistas se procuró la escucha activa y la participación en algunas de las rutinas y prácticas propias de los residentes de este sitio con la finalidad de alcanzar una compresión de los mismos desde la empatía.

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El anclaje territorial enamorado del lugar se relaciona con pobladores nacidos en este espacio, dedicados (en el presente o en el pasado) a trabajos rurales heredados. Por esta razón eligen sectores que incluyan las características distintivas del campo para habitar o aquellos propicios para la actividad agropecuaria. Sus expectativas se centran en conservar estos ámbitos y rechazan el avance de la ciudad (Sereno, 2020bSereno, C. A. (2020b). Anclajes territoriales en un espacio de borde: el caso del rururbano de la ciudad de Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina). Perspectiva Geográfica, 25(2), pp. 56-79. DOI: 10.19053/01233769.11032).

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El anclaje territorial forzado por razones familiares o laborales se relaciona con residentes obligados a habitar en el rururbano porque constituye su ámbito laboral o por motivos personales. En el primer caso la expansión urbana es percibida con resistencia porque pone en peligro la actividad que los sustenta. Para el segundo caso, el crecimiento urbano constituye una ventaja para obtener servicios e infraestructura (Sereno, 2020bSereno, C. A. (2020b). Anclajes territoriales en un espacio de borde: el caso del rururbano de la ciudad de Bahía Blanca (Buenos Aires, Argentina). Perspectiva Geográfica, 25(2), pp. 56-79. DOI: 10.19053/01233769.11032).