RESUMEN
La presente investigación pretende identificar los ámbitos de gobernanza significativos en las políticas alimentarias urbanas, así como las deficiencias y potencialidades en su implementación. Para ello se analizan las acciones para mejorar la gobernanza alimentaria en 13 ciudades españolas, relacionadas todas ellas con la Red de Ciudades por la Agroecología. La información obtenida mediante un cuestionario ha sido complementada con entrevistas personales y análisis de documentación sobre acciones específicas. Además, se han analizado las Estrategias Alimentarias Urbanas de tres ciudades (Valladolid, Zaragoza y Segovia).
El estudio identifica 6 ámbitos de la gobernanza alimentaria (1-De base; 2-Multi-actor; 3-Intra-administración; 4-Multi-nivel; 5-Territorial; y 6-Gobernanza translocal). En torno a estos ámbitos se discuten conceptos como las nuevas institucionalidades multi-actor que se están generando en torno a las políticas alimentarias urbanas; la dialéctica entre administración, organizaciones sociales y sector agrario o la pertinencia de distintas miradas como los enfoques de Sistema Alimentario de Ciudad-Región. Las conclusiones sugieren profundizar en la articulación de los enfoques top-down y bottom-up de las políticas alimentarias, aportando centralidad al papel del sector agrario ecológico y a actores urbanos desfavorecidos, así como a la importancia de trascender la escala meramente local para poder desarrollar el potencial de sostenibilidad de las políticas alimentarias. De esta forma, la gobernanza de las políticas alimentarias urbanas va más allá de los territorios y paisajes urbanos, del mismo modo que las dinámicas generales urbanas generan importantes impactos sobre el conjunto del territorio.
Palabras clave: Gobernanza alimentaria, políticas alimentarias urbanas, Sistemas Alimentarios de Ciudad-Región, Sistemas Alimentarios Locales de Base Agroecológica.
ABSTRACT
The present research tries to identify the different areas of governance, which are significant to urban food policies, and its operational weaknesses and potentialities. With this aim, it analyses the actions developed to improve food governance in 13 Spanish cities, all of them related to the Network of Cities for Agroecology. The information obtained through a questionnaire has been complemented with personal interviews and analysis of documentation on specific actions. In addition, three Local Food Strategies (Valladolid, Zaragoza and Segovia) have been analyzed).
The study identifies at least six fields of food governance (1-Grassroots; 2-Multi-actor; 3-Intra-administration; 4-Multi-level; 5-Territorial; and 6-Trans-local). Around these areas, urban food policies discuss concepts such as the new multi-actor institutions, dialectics between grassroots movements, farmers and local governments, or the relevance of different approaches such as the City-Region Food System. The conclusions suggest deepening the articulation of the top-down and bottom-up approaches to food policies, giving centrality to the role of the organic farming sector and to the marginalized urban groups, as well as to the importance of transcending the merely local scale in order to develop the potential for sustainable food policies. In this sense, the governance of urban food policies goes beyond urban territories and landscapes and general urban dynamics generate significant impacts overall territory.
Keywords: Food governance, urban food policies, City-Region Food Systems, Agroecology-oriented Local Food Systems.
SUMARIO
Las políticas alimentarias urbanas son un ámbito novedoso en la agenda política local,
iniciado quizá con la creación en 1991 del Consejo Alimentario de Toronto. La firma
en 2015 del Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (2015). Pacto de Milán sobre Políticas
Alimentarias Urbanas. Disponible en: <
Dentro de las políticas alimentarias la gobernanza ocupa un lugar central y está recibiendo una elevada atención científica, si bien recibe distintos -y muy discutidos- tratamientos según distintos autores, y aparece como un ámbito aun abierto y contradictorio.
La Comisión Europea (Comisión Europea (2001). Comunicación de la Comisión, de 25 de julio de 2001, «La gobernanza europea - Un Libro
Blanco» [COM (2001) 428 final - Diario Oficial C 287 de 12.10.2001]. Recuperado de
El presente artículo encuentra su hipótesis de partida en que el incipiente desarrollo de las políticas alimentarias urbanas en el Estado español trata de incorporar una visión de gobernanza que enfatiza la co-producción de políticas públicas junto con la sociedad civil y la articulación entre campo y ciudad (López-García, D. y González de Molina, M., (2020): “Co-producing agro-food policies for urban environments: towards Agroecology-based Local Agri-food Systems”. En Cohen, H. y Ehgerer, M. (Eds.): Urban Agroecology: Interdisciplinary Research and Future Directions. Boca Ratón, FL, EEUU: CRC Press.López-García y González de Molina, 2020). Sin embargo, su puesta en marcha, por novedosa y por ser alternativa a las dinámicas institucionales previas, no está exenta de conflictos. A partir de esta contradicción, el artículo pretende identificar un esquema, desde un enfoque inductivo basado en observaciones empíricas, que permita en trabajos posteriores un análisis sistemático e integral de los procesos de gobernanza multi-actor y multi-nivel en las políticas alimentarias locales españolas.
Para responder a esta pregunta, el presente artículo se ha dotado de los siguientes objetivos de investigación: (1) identificar las prácticas de buena gobernanza alimentaria que están implementando aquellos gobiernos municipales que más han avanzado en sus políticas alimentarias en el Estado español; (2) construir un esquema integral para el análisis de la gobernanza alimentaria en las políticas alimentarias locales, articulando ejes y niveles de gobernanza alimentaria, a partir de dichas buenas prácticas, así como de las dificultades y carencias identificadas; (3) plantear propuestas de mejora para estos esquemas de gobernanza, desde una perspectiva de sostenibilidad ecológica, equidad social y equilibrio territorial.
Las políticas alimentarias urbanas están logrando, desde la creación del Food Council
de Toronto (1991), un importante desarrollo, profundización y fortalecimiento. Su
importancia se ha visto multiplicada a partir de la firma del Pacto de Milán sobre
Políticas Alimentarias Urbanas (Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (2015). Pacto de Milán sobre Políticas
Alimentarias Urbanas. Disponible en: <
La implicación de una importante diversidad de actores ha sido identificada como un
factor clave para la innovación y la profundidad de las políticas territoriales. La
perspectiva de la gobernanza territorial pone el acento en la coordinación y organización
de actores e intereses presentes en un territorio, de cara a construir una visión
horizontal que derive en objetivos compartidos y formas articuladas de acción colectiva
para la cohesión territorial (Davoudi, S., Evans, N., Governa, F. y Santangelo, M. (2008). Territorial governance
in the making. Approaches, methodologies, practices. Boletín de la A.G.E., 46: 351-355Davoudi et al., 2008; Farinós Dasí, J. (2008). Gobernanza territorial para el desarrollo sostenible: estado
de la cuestión y agenda. Boletín de la A.G.E., 46: 11-32Farinós Dasi, 2008), incorporando las perspectivas multi-nivel y multi-actor. Para Davoudi et al. (Davoudi, S., Evans, N., Governa, F. y Santangelo, M. (2008). Territorial governance
in the making. Approaches, methodologies, practices. Boletín de la A.G.E., 46: 351-3552008) la buena gobernanza territorial requiere de la consideración de cuatro elementos:
coordinación vertical, coordinación horizontal, participación de la sociedad civil
y territorialización de las acciones. En la literatura sobre políticas alimentarias
urbanas también se ha puesto un claro acento en la gobernanza -y en la construcción
de procesos de abajo-arriba, multi-actor y multi-nivel- como factor de éxito, así
como en la cooperación con organismos de investigación (DeCunto, A., Tegoni, C., Sonnino, R. y Michel, C. (2017). Food in Cities: Study on innovation for a sustainable and healthy production, delivery
and consumption of food in cities. Bruselas, Bélgica: Eurocities, Cardiff. University y Comune di Milano. Recuperado
de <
Igualmente, es necesario incluir en estos procesos a otros actores locales, sociales
y económicos, que van siendo expulsados o marginalizados de los circuitos alimentarios
globalizados, como son el pequeño comercio alimentario (López-García, D., Alonso N., y Herrera, P.M. (2018). Políticas alimentarias urbanas para la sostenibilidad. Análisis de experiencias en
el Estado español, en un contexto internacional. Valladolid: Fundación Entretantos.López-García et al., 2018) o los grupos sociales de rentas más bajas (Simón-Rojo, M. (2019). Agroecology to fight food poverty in Madrid’s deprived neighbourhoods.
URBAN DESIGN International 24 (2), 94-107Simón-Rojo, 2019). Más recientemente, se ha puesto de manifiesto cómo la propia estructura física
de los asentamientos urbanos condiciona las formas de vida -y las pautas alimentarias-
de su población, por lo que la cuestión de la planificación territorial tendría que
ocupar un lugar central en las transiciones hacia la sostenibilidad (Tornaghi, C. y Dehaene, M. (2019). The prefigurative power of urban political agroecology:
rethinking the urbanisms of agroecological transitions for food system transformation,
Agroecology and Sustainable Food Systems, DOI:
La capacidad de los procesos locales de construir foros híbridos, como un área en la que los nichos de innovación y el régimen socio-técnico hegemónico
se entrelazan, ha sido señalada como un elemento clave en la construcción de transiciones
hacia la sostenibilidad en los sistemas agroalimentarios locales (Ilbery, B., y Maye, D. (2005). Alternative (shorter) food supply chains and specialist
livestock products in the Scottish-English borders. Environment and Planning A, 37, 823-844.Ilbery y Maye, 2005; Elzen, B., Van Mierlo, B. y Leeuwis, C. (2012). Anchoring of innovations: Assessing
Dutch efforts to harvest energy from glasshouses. Environmental Innovation and Societal Transitions, 5: 1– 18. DOI:
No obstante, los enfoques participativos y multi-actor han sido también criticados
por restar visibilidad a las grandes contradicciones que las políticas alimentarias
locales encuentran con las políticas agroalimentarias y redes de poder en las escalas
nacional e internacional (Moragues-Faus, A. y K.J. Morgan (2015). Reframing the Foodscape: The emergent world
of urban food policies. Environment and Planning A, 47, 1558 – 1573Moragues-Faus y Morgan, 2015; REDINAM 2018. Municipalismos y Agroecología. Madrid: REDINAM. Rescatado de:
Las lógicas de funcionamiento de la propia administración local, con enfoques elevadamente
sectoriales y escasa cooperación y coherencia de acción entre los diversos departamentos,
también han sido señaladas como un elemento disfuncional a la hora de desarrollar
políticas alimentarias (Renting, H., Van Veenhuizen, R., Dubbeling, M. y Hoekstra, F. (2017). European case studies on governance of territorial food systems – Project GouTer.
Paris: International Urban Food Network. Rescatado de: <
Las políticas alimentarias urbanas desarrolladas hasta el momento muestran numerosos
déficits desde el punto de vista ecológico, lo que ha sido relacionado a su vez con
la segregación entre entornos urbanos y rurales (López-García, D. y González de Molina, M., (2020): “Co-producing agro-food policies
for urban environments: towards Agroecology-based Local Agri-food Systems”. En Cohen,
H. y Ehgerer, M. (Eds.): Urban Agroecology: Interdisciplinary Research and Future
Directions. Boca Ratón, FL, EEUU: CRC Press.López-García y González de Molina, 2020). Por ejemplo, se ha señalado la carencia de un enfoque biofísico o material que
permita evaluar adecuadamente la sostenibilidad de los sistemas alimentarios urbanos,
así como de los diseños espaciales necesarios para un metabolismo social alimentario
más sostenible (González de Molina, M., Petersen, P.F., Garrido Peña F., y Caporal, F.R. (2019). Political Agroecology: Advancing the Transition to Sustainable Food Systems. Dordrecht, Alemania: Springer.González de Molina et al., 2019; Tornaghi, C. y Dehaene, M. (2019). The prefigurative power of urban political agroecology:
rethinking the urbanisms of agroecological transitions for food system transformation,
Agroecology and Sustainable Food Systems, DOI:
A menudo, tanto las administraciones como los propios movimientos sociales urbanos
se desarrollan de espaldas a las dinámicas rurales y agrarias que se dan en los ámbitos
periurbanos (Tornaghi, C. y Dehaene, M. (2019). The prefigurative power of urban political agroecology:
rethinking the urbanisms of agroecological transitions for food system transformation,
Agroecology and Sustainable Food Systems, DOI:
Otro de los grandes ámbitos de experimentación está siendo el debate sobre la articulación
horizontal entre ciudades, que ha sido denominada trans-local governance, para referirse a las formas en las que los gobiernos locales se articulan para contrarrestar
los desequilibrios de poder en las dinámicas multi-escalares de la administración
y entre actores del sistema agroalimentario (Moragues-Faus, A. y Sonnino, R. (2019) “Re-assembling sustainable food cities: An
exploration of translocal governance and its multiple agencies”. Urban Studies, 56 (4), 778-794. DOI:
El presente artículo pretende analizar, desde una perspectiva integral de buena gobernanza
(Comisión Europea (2001). Comunicación de la Comisión, de 25 de julio de 2001, «La gobernanza europea - Un Libro
Blanco» [COM (2001) 428 final - Diario Oficial C 287 de 12.10.2001]. Recuperado de
El cuestionario fue contestado por responsables de políticas alimentarias municipales de 13 ciudades. Éstas, seleccionadas entre los miembros de la Red de Ciudades por la Agroecología (19 miembros formales a la hora de redactar el presente artículo), son las que presentan una mayor trayectoria o desarrollo en cuanto a la diversidad y profundidad de acciones desarrolladas en políticas alimentarias: cubren un rango que va desde los 60.000 habitantes de Granollers hasta los más de 3.000.000 de Madrid y se ubican en cinco Comunidades Autónomas (Tabla 1).
Tabla 1
CARACTERIZACIÓN DE LAS CIUDADES INCLUIDAS EN LOS ESTUDIOS DE CASO
CIUDAD | CCAA | Población (habitantes) | Distancia a la capital autonómica (km) | Año de inicio de acciones / políticas agroalimentarias |
---|---|---|---|---|
Barcelona | Cataluña | 1.609.000 | 2015 | |
Córdoba | Andalucía | 326.000 | 143 | 2017 |
El Prat de Llobregat | Cataluña | 63.457 | 12.6 | 2006 |
Fuenlabrada | Madrid | 194.171 | 25.5 | 2012 |
Granollers | Cataluña | 60.174 | 34.1 | 2007 |
Lleida | Cataluña | 138.144 | 162 | 2011 |
Madrid | Madrid | 3.166.000 | 2015 | |
Manresa | Cataluña | 74.752 | 70.3 | 2012 |
Pamplona-Iruña | Navarra | 195.650 | 2016 | |
Rivas-Vaciamadrid | Madrid | 82.715 | 18.2 | 2008 |
València | C. Valencià | 790.201 | 2015 | |
Valladolid | Castilla y León | 298.866 | 2017 | |
Zaragoza | Aragón | 666.880 | 2009 |
Fuente: Elaboración propia.
Como se puede observar en dicha tabla, se pueden clasificar entre capitales autonómicas y provinciales, por un lado, y, por otro, municipios de sus áreas metropolitanas, destacando una mayoría de ciudades con una elevada superficie de regadíos históricos dentro del término municipal (Córdoba, El Prat de Llobregat, Fuenlabrada, Granollers, Lleida, Manresa, València, Valladolid y Zaragoza). La información obtenida mediante el cuestionario ha sido complementada con 6 entrevistas personales (telefónicas) y análisis documental sobre acciones específicas, a partir de los documentos generados en el desarrollo de la propia Red, de cara a completar o corregir algunos elementos de detalle respecto a acciones o procesos específicos. Una vez finalizado un primer borrador del documento, éste fue devuelto a las personas informantes para su revisión y la propuesta de comentarios, que han sido incluidos en el apartado de “resultados”.
Tabla 2
PROCESOS DE ELABORACIÓN DE ESTRATEGIAS ALIMENTARIAS LOCALES EN TRES CIUDADES ESPAÑOLAS
Ciudad | N.º habitantes (2018) | Año de inicio del proceso-Año aprobación de la Estrategia | Entidades promotoras del proceso de Estrategia Alimentaria[1] | Principales actores implicados |
---|---|---|---|---|
Valladolid | 298.866 | 2017-2018 | Ayuntamiento-Universidad de Valladolid-Fundación Entretantos (coordinación técnica) | Sector agrario ecológico, Movs Vecinales, Mov ecologista, AMPAs, profesionales nutrición, otros Aytos |
Zaragoza | 661.000 | 2018-2019 | Ayuntamiento-Fundación Entretantos (Asistencia técnica) | Sector agrario ecológico, Movs Vecinales, AMPAs, Grupos de Consumo |
Segovia | 51.683 | 2019-2020 (previsto) | Ayuntamiento-Universidad de Valladolid-Fundación Entretantos (coordinación técnica) | Sector agrario ecológico, Mov ecologista, AMPAs, Grupos de Consumo, profesionales salud, entidades acción social |
Fuente: Elaboración propia.
A su vez, se han incluido elementos relativos a los procesos de elaboración de las
Estrategias Alimentarias Locales en tres ciudades españolas (Ayuntamiento de Zaragoza,
2018; Ayuntamiento de Valladolid, 2018; Ayuntamiento de Segovia, 2019. Borrador de la Estrategia de Alimentación Saludable
y Sostenible 2030. Segovia: Ayuntamiento de Segovia. Disponible en: <
A partir del análisis de las estrategias de gobernanza puestas en marcha, se ha construido un esquema de ámbitos de gobernanza alimentaria local, desde una perspectiva inductiva y basada en los datos empíricos recogidos. Dicho esquema recoge y se basa en el análisis previo, en contraste con la literatura disponible, tratando de incorporar conceptos y categorías de análisis hasta el momento dispersas. De esta forma se pretende permitir posteriores análisis de herramientas de gobernanza en las políticas alimentarias locales, desde una perspectiva sistemática y/o comparativa.
El equipo de autores del presente artículo ha realizado entre enero de 2017 y diciembre de 2019 la coordinación y ejecución técnica de todos los procesos analizados: secretaría técnica de la Red de Ciudades por la Agroecología; investigación comparada entre políticas alimentarias en 13 ciudades; y construcción participada de las Estrategias Alimentarias en Zaragoza, Valladolid y Segovia.
El presente apartado se ha estructurado en dos secciones. Una primera sección trata de realizar una mirada general sobre las principales herramientas de gobernanza con que se están dotando las ciudades españolas. En la segunda sección profundizamos en estas herramientas, revisando el contenido de tres Estrategias Alimentarias Locales en cuanto a órganos y procesos de gobernanza para su implementación.
En la fecha de redacción de este artículo, cuatro de las ciudades analizadas contaban con departamentos municipales con mención específica a la agricultura (Lleida, Manresa y València) o a la alimentación (Barcelona).
Las acciones de gobernanza más comunes se orientan tanto a la puesta en funcionamiento de procesos participativos para la planificación estratégica de dichas políticas locales, como a la creación de órganos formales de participación, según recoge la Tabla 3. Respecto a estos órganos de participación, algunas ciudades con mayor presencia de la horticultura profesional mantienen órganos participativos tradicionales y específicos del sector agrario, generalmente orientadas a la gestión de infraestructuras y del territorio agrario (Consells Agraris Municipals de Lleida y València). Las ciudades que no disponen de este tipo de instituciones tradicionales suelen apuntar hacia la creación de órganos nuevos, directamente vinculados a la gobernanza integral de las políticas alimentarias y, en general, incorporados en procesos participativos más amplios. En este sentido, Córdoba, Madrid y Valladolid han creado Mesas de Seguimiento del Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas, como órganos no formalizados que articulan a entidades sociales y económicas y concejalías implicadas en la Estrategia Alimentaria, para el seguimiento de su implementación. El Ayuntamiento de Zaragoza ha incorporado a la Comisión de Soberanía Alimentaria (del Consejo Sectorial Agenda 21 Local) la competencia de seguimiento de la implementación de la Estrategia. El Ayuntamiento de València ha creado el Consejo Alimentario Municipal, vinculado a la implementación de la Estrategia en paralelo al preexistente Consell Agrari Municipal.
Tabla 3
ACCIONES RELACIONADAS CON LA BUENA GOBERNANZA ALIMENTARIA Y LA ACTIVACIÓN SOCIAL
CIUDAD | Procesos participativos de dinamización del sector agrario | Órganos de gobernanza alimentaria | Procesos de coordinación Multi-nivel en administración | Procesos de coordinación inter-sectorial en administración | Planes estratégicos |
---|---|---|---|---|---|
Barcelona | |||||
Córdoba | |||||
El Prat de Llobregat | |||||
Fuenlabrada | |||||
Granollers | |||||
Lleida | |||||
Madrid | |||||
Manresa | |||||
Pamplona-Iruña | |||||
Rivas-Vaciamadrid | |||||
València | |||||
Valladolid | |||||
Zaragoza |
Fuente: Elaboración propia a partir de López-García et al. (López-García, D., Alonso N., y Herrera, P.M. (2018). Políticas alimentarias urbanas para la sostenibilidad. Análisis de experiencias en el Estado español, en un contexto internacional. Valladolid: Fundación Entretantos.2018).
La frecuencia de este tipo de medidas se amplía al considerar los órganos y procesos de gobernanza vinculados a espacios o proyectos específicos, tal y como sucede en los Parques Agrarios de El Prat de Llobregat, Fuenlabrada, Granollers y Rivas-Vaciamadrid. La capacidad de incorporar actores sociales a estos órganos se ha visto reducida a menudo a aquellos relacionados con los denominados “movimientos alimentarios”, que muestran un importante sesgo de clase social, raza y niveles educativos (Goodman, D., DuPuis, E. M., y Goodman, M.K. (2012). Alternative Food Networks. Knowledge, practice, and politics. London: Routledge.Goodman, Dupuis y Goodman, 2012), aunque en los órganos tradicionales y los vinculados a parques agrarios hay presencia del sector productor.
Otra medida frecuente es la presencia de estructuras de coordinación entre distintos departamentos dentro de la propia administración local, o entre distintos niveles. El caso de València resulta paradigmático, ya que se han creado procesos de coordinación dentro del Ayuntamiento, así como también el Consell de l’Horta, que articula a las administraciones locales, provincial y regional para la comarca de l’Horta.
Otras medidas identificadas varían en su grado de desarrollo y formalización. Por ejemplo, Barcelona y El Prat están incluidos en el Área Metropolitana de Barcelona, una estructura formal con entidad propia, que está asumiendo una labor de coordinación en ciertos aspectos de las políticas alimentarias. En Madrid, València y Valladolid se han creado comisiones inter-departamentales dentro del Ayuntamiento para acciones específicas. En Pamplona-Iruña se han creado grupos de trabajo que articulan distintos niveles de administración y organizaciones sociales para cuestiones como la compra pública. Otras ciudades mantienen relaciones fluidas y colaboran en proyectos específicos con otras administraciones de distintos niveles (comarcales o provinciales), o con distintos departamentos de la misma entidad local (por ejemplo, Granollers y Fuenlabrada). En el Consorcio del Parc Agrari del Baix Llobregat se articula el Ayuntamiento de El Prat (entre otros) con las administraciones metropolitana, provincial y autonómica. En muchos casos se ha mencionado la necesidad de ampliar esta coordinación intersectorial y multinivel, especialmente hacia los ámbitos metropolitanos, pero también provinciales y regionales.
Seis ciudades -Barcelona, Córdoba, Madrid, Valladolid, València y Zaragoza- han aprobado estrategias integrales de planificación en cuestiones agroalimentarias. En Fuenlabrada y Rivas-Vaciamadrid, los Parques Agrarios se han dotado de Planes Estratégicos que también definen, en parte, políticas alimentarias en la escala municipal. En varias ciudades (Córdoba, Lleida, Valladolid y Zaragoza) se han identificado acciones denominadas de “activación social” (Moragues, A., Morgan, K., Moschitz, H., Neimane, I., Nilsson, H., Pinto, M., Rohracher, H., Ruiz, R., Thuswald, M., Tisenkopfs, T. y Halliday, J. (2013) Urban Food Strategies: the rough guide to sustainable food systems. Document developed in the framework of the FP7 project FOODLINKS (GA No. 265287)Moragues et al., 2013). Estas están normalmente vinculadas a programas de educación ambiental, orientadas a generar implicación hacia la alimentación sostenible y las políticas alimentarias, especialmente entre grupos y actores sociales con más difícil acceso a los mercados y a una alimentación saludable y de calidad.
Apenas se han identificado desarrollos normativos en relación con la promoción de
sistemas alimentarios locales y sostenibles, a excepción de la Llei de l’Horta de
València, de la que deriva el Plan de Desarrollo Agrario de la Comarca. No se han
identificado acciones, desde las ciudades, orientadas a incidir sobre normas o políticas
de rango territorial superior con impacto directo en las políticas alimentarias locales,
tales como las políticas agrarias y de desarrollo rural o el paquete higiénico-sanitario.
Esto acontece a pesar de que propuestas de este tipo sí se han incluido en un documento
conjunto de la Red de Ciudades por la Agroecología (Red de Ciudades por la Agroecología (2019). 10 propuestas clave para esta legislatura.
Zaragoza: Red de Ciudades por la Agroecología. Disponible en: <
Como ya se ha comentado, las tres ciudades cuyas Estrategias Alimentarias han sido
analizadas son firmantes del PMPAU. En dos de ellas (Zaragoza y Segovia) el documento
de Estrategia Alimentaria estructura las acciones que incluye en base a los 6 ámbitos
del Pacto de Milán (Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (2015). Pacto de Milán sobre Políticas
Alimentarias Urbanas. Disponible en: <
Tabla 4
COMPARATIVA DE MEDIDAS PARA LA GOBERNANZA ALIMENTARIA INCLUIDAS EN LAS ESTRATEGIAS ALIMENTARIAS DE SEGOVIA, VALLADOLID Y ZARAGOZA
Coordinación multi-actor | Coordinación inter-sectorial en Admón. | Coordinación multi-nivel en Admón. | Activación comunitaria | Adhesión a redes de ciudades | Marcos de monitoreo y evaluación | |
---|---|---|---|---|---|---|
Segovia | Creación de comisión de consejo sectorial preexistente (participación) y Grupos de Trabajo | Creación de comisión inter-departamental | Sugerencia de reuniones de coordinación | Evento anual abierto | Se sugiere colaboración con Red de Ciudades por la Agroecología | Para Estrategia y Planes de Acción derivados |
Valladolid | Creación de nuevo consejo alimentario y Grupos de Trabajo | Creación de comisión inter-departamental | Sugerencia de reuniones de coordinación | Evento anual abierto y sugerencia de actuaciones en los barrios. | Adherida a Red de Ciudades por la Agroecología | Para Estrategia y Planes de Acción derivados |
Zaragoza | Nueva competencia para comisión de consejo sectorial preexistente (Agenda 21L) | Creación de comisión inter-departamental | Sugerencia de reuniones de coordinación | Evento anual abierto | Adherida a Red de Ciudades por la Agroecología | Para Estrategia y Planes de Acción derivados |
Fuente: Elaboración propia.
Las Estrategias Alimentarias han resultado ser la herramienta más utilizada en la gobernanza de las políticas alimentarias urbanas hasta el momento. Dentro de éstas, se incorporan diversas herramientas complementarias que las desarrollan. A diferencia de las ciudades con órganos de participación preexistentes para los temas agrarios, en las tres ciudades analizadas se contempla el reacomodo de las nuevas funciones de concertación y seguimiento de la Estrategia en órganos de participación preexistentes (Consejos Sectoriales), a excepción de Valladolid, donde se crea uno nuevo. A diferencia de otras ciudades como Madrid o Córdoba, en las tres se ha optado por figuras con reconocimiento formal, dentro de la Ley 7/1985 de Bases del Régimen Local. Los tres documentos incorporan propuestas detalladas de desarrollo de Planes de Acción derivados de la Estrategia y marcos de evaluación y seguimiento, tal y como sugiere el PMPAU. Todos ellos también sugieren la incorporación a redes de ciudades con políticas alimentarias, con la intención de intercambiar experiencias, con menciones explícitas a la Red de Ciudades por la Agroecología.
Otros elementos analizados muestran importantes debilidades en cuanto a la coordinación
inter-sectorial dentro de los propios Ayuntamientos y a la coordinación multi-nivel
entre administraciones, que se plantean desde fórmulas vagas y poco concretas que
tan solo se han llegado a desarrollar de forma estructurada en Valladolid. En Zaragoza,
se dedica una medida completa (1.1) a este objetivo, haciendo una propuesta explícita
de transversalidad para las políticas alimentarias. El desarrollo de departamentos
específicos para las políticas alimentarias, que ha sido identificado como un factor
de éxito clave (Calori, A. y Magarini, A. (2015). Food and the cities. Food policies for sustainable cities. Milán: Edizioni Ambiente.Calori y Magarini, 2015; DeCunto, A., Tegoni, C., Sonnino, R. y Michel, C. (2017). Food in Cities: Study on innovation for a sustainable and healthy production, delivery
and consumption of food in cities. Bruselas, Bélgica: Eurocities, Cardiff. University y Comune di Milano. Recuperado
de <
Las actuaciones de activación comunitaria también se recogen de forma detallada y explícita en Zaragoza, planteándose varias acciones específicas dentro de la medida 1.3. De entre ellas, destaca la acción 1.3.2. (“Apoyar a las iniciativas y acciones de las organizaciones sociales implicadas en la alimentación sostenible y saludable en el municipio”), que apuesta por el fortalecimiento de la sociedad civil local como medio para fortalecer la base de la Estrategia. En las otras dos ciudades, esta orientación tan solo se recoge en la vocación de realizar encuentros anuales de participación y sensibilización hacia la ciudadanía en general. A pesar de que la centralidad del sector agrario ecológico se recoge en los objetivos de las tres Estrategias, no hay menciones claras de cómo incorporarlo en los órganos de gobernanza.
La gobernanza en las políticas alimentarias urbanas puede entenderse de forma simultánea como un conjunto de procesos y herramientas interconectadas en distintos ámbitos. A partir de los casos analizados previamente, desde una perspectiva empírica e inductiva, hemos identificado una estructura de seis ámbitos que atraviesan distintas escalas territoriales[4]. Estos seis ámbitos surgen del cruce de dos perspectivas.
En primer lugar, podemos reseñar las configuraciones específicas de actores que adoptan los procesos de gobernanza, ya sean multi-actor o exclusivas de las administraciones públicas. La segunda está constituida por las perspectivas de articulación entre actores, entre las que hemos diferenciado una perspectiva horizontal, que desarrolla procesos territorializados de cooperación y coordinación entre actores con agencias equiparables, y una perspectiva vertical, que contempla relaciones de poder asimétricas, entre actores con agencias y acceso formal a la toma de decisiones políticas desiguales (Tabla 5).
Tabla 5
ÁMBITOS DE GOBERNANZA EN LAS POLÍTICAS ALIMENTARIAS URBANAS, CONFIGURACIONES DE ACTORES Y PERSPECTIVAS DE ARTICULACIÓN ENTRE ACTORES
Coordinación y cooperación multi-actor | Coordinación dentro de las Administraciones públicas | |
---|---|---|
Perspectiva horizontal: procesos territorializados de cooperación entre iguales | 1. Gobernanza de base: Nuevas institucionalidades y acción política de base. 5. Gobernanza de ciudad-región: relaciones campo-ciudad 6. Gobernanza trans-local: redes |
3. Gobernanza intra-administrativa: Coordinación inter-sectorial |
Perspectiva vertical: cooperación y coordinación entre poderes asimétricos | 2. Gobernanza multi-actor: Co-producción de políticas públicas | 4. Gobernanza multi-nivel: Coordinación y cooperación entre escalas de la administración |
Fuente: Elaboración propia.
En los apartados siguientes se describen de forma somera cada uno de estos seis ámbitos y se señalan las principales carencias detectadas en las experiencias analizadas en la sección anterior.
Las organizaciones sociales, que podríamos denominar movimientos alimentarios, han
sido identificadas como los principales actores que desafían el régimen alimentario
corporativo, aportando propuestas innovadoras desde perspectivas reformistas, progresistas
o radicales (Holt-Giménez, E. y Shattuck, A. (2011). Food crises, food regimes and food movements:
rumblings of reform or tides of transformation?, Journal of Peasant Studies, 38 (1): 109-144. DOI:
El apoyo y la colaboración desde los movimientos sociales ha resultado ser un elemento
clave en la implementación de las políticas alimentarias. Aportan ideas, experiencia
y la capacidad de emprendimiento necesaria para generar nueva actividad económica
amparada en las nuevas políticas (Herrera, P.M., López-García, D. y Alonso, N. (2017). Las ciudades españolas ante el
reto de la alimentación sostenible. Papeles, 139: 133-141Herrera et al. 2017). La iniciativa de las organizaciones de base también ha sido reconocida como el
principal vector de innovación, así como el principal apoyo para la estabilidad a
largo plazo de la agenda alimentaria urbana (DeCunto, A., Tegoni, C., Sonnino, R. y Michel, C. (2017). Food in Cities: Study on innovation for a sustainable and healthy production, delivery
and consumption of food in cities. Bruselas, Bélgica: Eurocities, Cardiff. University y Comune di Milano. Recuperado
de <
En algunas Estrategias Alimentarias se han incorporado acciones orientadas de forma
explícita a la activación, dinamización y fortalecimiento del tejido social local.
En los casos de Valladolid y Segovia, las organizaciones sociales y agrarias implicadas
han introducido en los órganos de gobernanza multi-actor (ver siguiente epígrafe)
comisiones exclusivas de organizaciones sociales, que permitan una mayor fluidez en
la deliberación y el impulso de acciones, así como en el desarrollo de pensamiento
crítico respecto a las propias políticas alimentarias. Sin embargo, los movimientos
alimentarios están mostrando importantes limitaciones para incorporar en sus planteamientos
y acciones y, por tanto, en las propias políticas alimentarias, cuestiones de justicia
social y, por extensión, otras perspectivas como la feminista, la anti-colonial y
la de justicia racial (Holt-Giménez, E. y Shattuck, A. (2011). Food crises, food regimes and food movements:
rumblings of reform or tides of transformation?, Journal of Peasant Studies, 38 (1): 109-144. DOI:
En algunos casos (Segovia, Valladolid, València y Zaragoza,) las administraciones
públicas han impulsado o contemplan procesos de Dinamización Local Agroecológica orientados
al fortalecimiento del sector agrario municipal (València, Zaragoza) o de ámbito provincial
(Segovia, Valladolid). Estos procesos pretenden incorporar en procesos de transición
agroecológica a perfiles de producción alternativos (producción ecológica orientada
a circuitos cortos de comercialización) y convencionales, a menudo con metodologías
y procesos diferentes y adaptados a cada uno de ellos. Estos procesos se impulsan
por considerar que este actor -el sector agrario que abastece a las ciudades- es quizá
el más débilmente representado y constituye la ausencia más notable en el desarrollo
de las políticas alimentarias urbanas. Muchas otras experiencias, sin embargo, no
contemplan herramientas para incorporar las miradas rural y agraria en las políticas
alimentarias urbanas, lo que supone una importante debilidad (López-García, D. y Álvarez-Vispo, I. (2018). Hacia un sistema alimentario sostenible
en el estado español. Propuestas desde la agroecología, la soberania alimentaria y
el derecho a la alimentación 2030/2050. Recuperado de: <
Un desarrollo óptimo de la dialéctica entre organizaciones sociales y administración
se beneficiará enormemente de un marco estable y transparente de los términos de la
cooperación a sostener, con unos límites claros en cuanto a la participación de la
sociedad civil y recursos suficientes (Renting, H., Van Veenhuizen, R., Dubbeling, M. y Hoekstra, F. (2017). European case studies on governance of territorial food systems – Project GouTer.
Paris: International Urban Food Network. Rescatado de: <
Una forma en la que las organizaciones sociales sí están asumiendo un papel central en el desarrollo de las políticas alimentarias locales, es como asistencia técnica de los Ayuntamientos. En efecto, ante la falta de personal de la Administración y su insuficiente experiencia y conocimiento técnico, algunas de las organizaciones sociales con más trayectoria en el movimiento agroecológico están asumiendo el trabajo técnico para sacar adelante una parte importante de la agenda alimentaria: entre otras, las labores de coordinación y de construcción de procesos multi-actor.
De esta forma, algunas entidades sociales han adoptado un rol de activación y representación
pública de la administración para la que trabajan, introduciendo novedosas formas
de hacer volcadas hacia la cooperación multi-actor y el protagonismo social y agrario
en las políticas alimentarias. Estas entidades adoptan así un papel de puente, o de
actores híbridos (López-García, D. y Álvarez-Vispo, I. (2018). Hacia un sistema alimentario sostenible
en el estado español. Propuestas desde la agroecología, la soberania alimentaria y
el derecho a la alimentación 2030/2050. Recuperado de: <
Las dificultades para establecer redes multi-actor incluyen importantes barreras para incorporar al sector agrario, a otros actores subalternos
en la cadena alimentaria global (como el pequeño comercio tradicional) y, especialmente,
a los grupos sociales de rentas bajas y en riesgo de exclusión, poniendo en cuestión
los objetivos de equidad social de las propias políticas (Simón-Rojo, M., Morales-Bernardos, I., y Sanz-Landaluze, J. (2018). Food Movements
Oscillating Between Autonomy and Co-Production of Public Policies in the City of Madrid.
Nature and Culture, 13, 1. DOI:
En todo caso, los procesos en marcha distan mucho de ser liderados por las entidades
sociales de base y, menos aún, como ya se ha comentado, por un sujeto campesino a
menudo inexistente en los términos planteados por Giraldo y McCune (Giraldo, O.F. y McCune, N. (2019). Can the state take agroecology to scale? Public
policy experiences in agroecological territorialization from Latin American. Agroecology and Sustainable Food Systems, DOI:
A pesar de todas estas contradicciones, la posibilidad de sentar en una mesa a actores
sociales (radicales o progresistas) y representantes de las administraciones (ya sean
técnicos o cargos electos) resulta altamente novedosa en cuanto a las políticas alimentarias.
Constituyen ejemplos de foros híbridos entre actores convencionales e innovadores
(López-García, D., Alonso N., y Herrera, P.M. (2018). Políticas alimentarias urbanas para la sostenibilidad. Análisis de experiencias en
el Estado español, en un contexto internacional. Valladolid: Fundación Entretantos.López-García et al., 2018), que están permitiendo cambios en el marco institucional impensables hace unos años.
Al fin y al cabo, los nuevos procesos de gobernanza multi-actor están permitiendo
construir espacios y proyectos, en los que los distintos actores implicados comparten
la necesidad y la voluntad de transformar las condiciones estructurales en las que
opera el régimen alimentario corporativo en la esfera local (Holt-Giménez, E. y Shattuck, A. (2011). Food crises, food regimes and food movements:
rumblings of reform or tides of transformation?, Journal of Peasant Studies, 38 (1): 109-144. DOI:
Junto al tradicional aislamiento de las administraciones respecto a las organizaciones
sociales encontramos, no sólo en el ámbito de las políticas alimentarias, fuertes
dinámicas de aislamiento y descoordinación entre distintos sectores o áreas de las
administraciones locales (Gomá, R. y Blanco, I. (2002). Gobiernos locales y redes participativas. Madrid, España: Ariel.Gomá y Blanco, 2002). A esta inercia en el funcionamiento de la administración podríamos sumar la dificultad
de las distintas áreas de gobierno implicadas para entender el potencial de sostenibilidad
de las políticas alimentarias locales. La escasa transversalización de las políticas
alimentarias limita su capacidad de aportar coherencia a otras políticas (de salud
preventiva, cambio climático, articulación territorial, etc.) y, por tanto, limita
su capacidad de evolucionar desde las políticas sectoriales a proyectos de ciudad.
Todo esto se produce en un marco de restricción presupuestaria que condiciona la apertura
de nuevos ámbitos de acción en el organigrama municipal y supone uno de los principales
límites a la hora de abrir nuevas líneas de acción en la agenda política local (DeCunto, A., Tegoni, C., Sonnino, R. y Michel, C. (2017). Food in Cities: Study on innovation for a sustainable and healthy production, delivery
and consumption of food in cities. Bruselas, Bélgica: Eurocities, Cardiff. University y Comune di Milano. Recuperado
de <
Sin duda, éste podría ser uno de los ámbitos de gobernanza más débiles en su desarrollo en las ciudades españolas. En las tres Estrategias Alimentarias analizadas, encontramos menciones específicas a figuras informales de coordinación entre distintas áreas de gobierno, siempre en un nivel técnico y, sin definir funciones, coordinación, secretaría o frecuencia de las reuniones. Pocas ciudades han podido crear, como ya se ha descrito, departamentos específicos con mención a la alimentación (València y Barcelona) o a la agricultura (Lleida y València). Aunque esta propuesta aparece en los marcos de implementación de las tres estrategias alimentarias analizadas, ninguna de ellas ha definido hasta el momento ni puestos ni presupuestos específicos dedicados formalmente a las políticas alimentarias. En algunos casos se ha señalado la falta de compromiso político con la agenda alimentaria como un limitante de rango mayor.
En la práctica, a falta de personal y presupuesto específico para las políticas alimentarias, la coordinación de las mismas se está desarrollando en muchas ciudades por medio de asistencias técnicas externas a la administración. Como ya se ha comentado, estas asistencias técnicas, a menudo procedentes de los movimientos alimentarios, aportan no sólo el trabajo, sino especialmente el conocimiento técnico, la experiencia y la motivación necesarias para llevar adelante estas acciones de fuerte carácter innovador, a menudo en situaciones precarias. Esta solución permite superar los marcos de austeridad en que se mueve la administración local y la inercia que limita la innovación dentro de la institución, tratando de superar la segregación de competencias entre departamentos municipales. Sin embargo, las asistencias técnicas tienen una legitimidad limitada frente al personal técnico de los Ayuntamientos. A su vez, en casos en los que la acción en política alimentaria no ha sido asumida por el personal funcionarial, los cambios políticos en el gobierno local se han revelado demoledores para su continuidad.
Los documentos analizados sí muestran una importante vocación de dotar de coherencia a las Estrategias Alimentarias, como documentos estratégicos, al relacionarlas con otros documentos estratégicos municipales. Sin embargo, la operativización de esta articulación entre documentos estratégicos municipales (desarrollo económico, cambio climático, políticas de cuidados o igualdad, etc.) queda pendiente de la elaboración de planes de acción, que actualmente se encuentran en proceso de realización en los tres casos.
Diversos autores (Holt-Giménez, E. y Shattuck, A. (2011). Food crises, food regimes and food movements:
rumblings of reform or tides of transformation?, Journal of Peasant Studies, 38 (1): 109-144. DOI:
Las administraciones sobre agricultura (estatal o autonómica) y sobre políticas alimentarias
urbanas (que en la administración local se sitúan a menudo en los departamentos de
medio ambiente, o más raramente en los desarrollo económico o en otros) manejan códigos,
objetivos y tradiciones muy diferentes; igualmente, albergan perfiles profesionales
del personal técnico muy distintos en cada uno de ellos. Por ello, el diálogo entre
distintos niveles de la administración resulta complejo. En todo caso las visiones
productivista y global de la cadena alimentaria resultan hegemónicas en estos ámbitos
de la administración con mayores competencias en agricultura y hacen desaparecer la
perspectiva alimentaria (López-García, D., Alonso N., y Herrera, P.M. (2018). Políticas alimentarias urbanas para la sostenibilidad. Análisis de experiencias en
el Estado español, en un contexto internacional. Valladolid: Fundación Entretantos.López-García et al. 2018; Blay-Pamer, A., Santini, G., Dubbeling, M., Renting, H., Taguchi, M. y Giordano, T.
(2018). Validating the City Region Food System Approach: Enacting Inclusive, Transformational
City Region Food Systems. Sustainability, 10, 1680; DOI:
Quizá, por ello, este ámbito de gobernanza es probablemente el menos desarrollado
entre las experiencias analizadas. Las actuaciones de coordinación existen, pero generalmente
se limitan a la colaboración entre administraciones locales (municipios, comarcas
y Diputaciones provinciales), ninguna de las cuales tiene competencias en agricultura.
Son informales y/o se limitan a proyectos específicos en cuestiones tangenciales a
lo alimentario (turismo, gastronomía, medio ambiente o desarrollo rural). La creación
de departamentos de políticas alimentarias en los distintos niveles administrativos
facilitaría dicha coordinación, pero esta decisión depende de la voluntad política
en las propias instancias. Requiere, por tanto, incidir en el denominado “contexto
de contextos” (Brenner, N., Madden D.J. y Wachsmuth, D. (2011). Assemblage urbanism and the challenges
of critical urban theory, City, 15 (2), 225-240, DOI:
En este sentido, las tres estrategias alimentarias analizadas incorporan medidas orientadas a la incidencia política hacia escalas competenciales superiores, especialmente en cuanto a desarrollos normativos facilitadores de programas de compra pública sostenible y responsable (competencia de las consejerías autonómicas de educación y sanidad), así como de adaptación de la normativa higiénico-sanitaria a iniciativas de transformación artesanal y venta directa (competencia de las consejerías de sanidad). Sin embargo, los avances se limitan hasta el momento a contextos específicos en los que han coincidido gobiernos favorables a enfoques alternativos de la cadena alimentaria en los gobiernos autonómico y de la capital autonómica (Navarra-Pamplona-Iruña y Comunidad Valenciana-València). En otros contextos, las actuaciones realizadas son, como ya se ha comentado, escasas, débiles, parciales y con muy pocos resultados.
En este ámbito, ponemos el foco en la perspectiva de articulación multi-actor entre
territorios rurales y urbanos, en línea con el concepto ya descrito de Sistemas Alimentarios
de Ciudad-Región (Jennings, S. J. Cottee, T. Curtis, y S. Miller (2015). Food in an Urbanised World. The Role of City Region Food Systems in Resilience and
Sustainable Development. Londres: International Sustainability Unit. Recuperado de <
En este ámbito, también poco desarrollado, nos encontramos con limitantes similares
a los del apartado anterior: competitividad entre orientaciones políticas y ausencia
de figuras territoriales de coordinación horizontal entre territorios. A su vez, enfrentando
municipios rurales y urbanos/ metropolitanos, nos encontramos en general visiones
en las que cada territorio ve al otro como ajeno. Tan sólo dos de las ciudades analizadas
(Barcelona y Valladolid) cuentan con figuras administrativas de coordinación metropolitana El gobierno autonómico valenciano aprobó en 2018 la Llei 5/2018 de l´Horta de València,
que prevé la creación de un consejo de coordinación para la revitalización del espacio
agrario en el ámbito de la Comarca de l’Horta (previsto para más de 30 municipios
en el Area Metropolitana de València). En el momento de redacción de la versión definitiva
de este artículo, dicho Consejo -el Consell de l’Horta de València-, encargado de
implementar la Llei de l’Horta y el Plan de Acción derivado, había sido constituido
y dotado de presupuesto y estaba iniciando sus pasos.
Más allá de ciertas zonas metropolitanas, los avances se sitúan igualmente en territorios donde coincidía la orientación política en los gobiernos autonómicos y de la capital autonómica. Es el caso de Pamplona, donde el proyecto municipal de compra pública para las escuelas infantiles ha servido para activar un proceso de articulación de la producción ecológica en Navarra. Igualmente, en la provincia de Barcelona, el proyecto SmartRural pretende articular municipios rurales entre sí y con la capital. Otros ejemplos en los que las capitales autonómicas han asumido el papel de activar las redes de producción y consumo de ámbito provincial o autonómico se encuentran en Zaragoza, Córdoba, València o Valladolid; en todos ellos, el MERCA, como infraestructura pública municipal, ha supuesto un instrumento válido de activación de redes de distribución.
Las articulaciones campo-ciudad son, por tanto y en la práctica, procesos multi-actor en los que, normalmente, las grandes capitales activan procesos que dinamizan el sector agrario -normalmente ecológico- en sus áreas de influencia económica. Más raros son los casos en los que, como en Milán y la región de Lombardía (Calori, A. y Magarini, A. (2015). Food and the cities. Food policies for sustainable cities. Milán: Edizioni Ambiente.Calori y Magarini, 2015), se da un proyecto compartido entre capital y gobierno regional o entre gobiernos de municipios rurales y urbanos. Sin embargo, la constatación de la interdependencia entre municipios rurales y urbanos se reconoce de forma clara en los objetivos de las tres Estrategias Alimentarias analizadas. Será una vía de trabajo que en los próximos años se desarrollará, a pesar de las dificultades planteadas en el apartado de gobernanza multi-nivel.
Otro de los grandes ámbitos de experimentación está siendo el debate sobre la creación
de redes de ciudades para el intercambio de experiencias y la dotación de recursos
compartidos, que ha sido denominada gobernanza trans-local (Moragues-Faus, A. y Sonnino, R. (2019) “Re-assembling sustainable food cities: An
exploration of translocal governance and its multiple agencies”. Urban Studies, 56 (4), 778-794. DOI:
En el caso de la RCxAe, el enfoque multi-actor se expresa al menos en dos formas.
Por un lado, la RCxAe lo promueve de forma explícita y activa entre sus miembros,
en cuanto a la participación en los distintos órganos y eventos de la RCxAe en la
discusión de las decisiones relativas a la Red y en la propia creación de un Consejo
de Organizaciones Sociales como órgano consultivo formalmente reconocido en el Reglamento
de Régimen Interno. Entre los actores sociales de los que se trata de acompañar, la
Red concede de forma explícita prioridad a la presencia del sector agrario ecológico
y local (en las ciudades miembro). Por otro lado, y al igual que en la Red británica,
la RCxAe ha delegado la secretaría técnica en entidades sociales (en concreto, la
Fundación Entretantos), en una forma que Moragues-Faus y Sonnino (Moragues-Faus, A. y Sonnino, R. (2019) “Re-assembling sustainable food cities: An
exploration of translocal governance and its multiple agencies”. Urban Studies, 56 (4), 778-794. DOI:
La existencia de la RCxAe es un aspecto muy valorado por las ciudades miembro, así como por otros municipios que se van acercando a la misma. De hecho, sirve como herramienta para la cooperación horizontal entre aquellas ciudades cuyos/as técnicos/as se van familiarizando con la estructura e inician relaciones horizontales con personal técnico de otras ciudades para consultar dudas, solicitar apoyos o visitar experiencias concretas. La RCxAe permite además un segundo nivel de articulación trans-local, al establecer lazos de cooperación con otras redes de ciudades de ámbito nacional (especialmente, la británica Sustainable Food Places y la francesa Terres en Ville) o con organismos internacionales como la FAO. A través de este segundo nivel de articulación, se opta a espacios políticos en los que cada ciudad no tiene capacidad de estar por sí sola y se dota a las políticas locales de visibilidad en el contexto internacional y, por tanto, se las dota de legitimidad en el entorno local.
La gobernanza en políticas alimentarias urbanas es un aspecto al que las ciudades españolas incluidas en este estudio asignan gran importancia, pero está poco desarrollado tanto en su conceptualización como en las herramientas específicas dispuestas. Los esfuerzos de algunas de las ciudades analizadas se han centrado en la construcción de órganos específicos de gobernanza y en la construcción participada de estrategias alimentarias.
En el primer caso, diversas ciudades están constituyendo Consejos Alimentarios (València y Barcelona) o Comités de Seguimiento del Pacto de Milán (Madrid y Córdoba). La figura administrativa de consejos sectoriales de participación pretende agrupar a distintos sectores de la administración local, así como a actores sociales locales, en un ámbito de co-producción de las políticas locales. En el segundo caso, distintas ciudades (Barcelona, Madrid y València, además de otras ciudades como Vitoria, Valladolid, Zaragoza o Segovia) están impulsando procesos participativos de elaboración de estrategias alimentarias con la intención de dotar de coherencia y eficacia a las políticas alimentarias urbanas desarrolladas.
Sin embargo, estos esfuerzos adolecen de importantes carencias y sesgos que ponen
en riesgo la estabilidad de las políticas en el medio y largo plazo, así como su potencial
para generar resiliencia y sostenibilidad en los sistemas alimentarios localizados.
Estas carencias pueden agruparse en cuatro: (1) las dificultades para establecer redes
multi-actor, que incluyen importantes barreras para incorporar al sector agrario y
otros actores subalternos en la cadena alimentaria global (como el pequeño comercio
tradicional) y, especialmente, a los grupos sociales de rentas bajas y en riesgo de
exclusión, poniendo en cuestión los objetivos de equidad social de las propias políticas;
(2) la falta de un liderazgo político claro y la dificultad de distintas áreas de
gobierno para entender el potencial de sostenibilidad de las políticas alimentarias
locales, en un marco de restricción presupuestaria que condiciona la apertura de nuevos
ámbitos de acción en el organigrama municipal; (3) la coordinación inter-administrativa,
ya que a menudo la orientación política en los gobiernos locales no es la misma que
en las escalas autonómica y estatal y, en todo caso, la visión productivista y global
de la cadena alimentaria resulta hegemónica en estos ámbitos de la administración
con mayores competencias en agricultura (López-García, D., Alonso N., y Herrera, P.M. (2018). Políticas alimentarias urbanas para la sostenibilidad. Análisis de experiencias en
el Estado español, en un contexto internacional. Valladolid: Fundación Entretantos.López-García et al., 2018); y (4) las relaciones campo-ciudad desde una
perspectiva de sistemas alimentarios de ciudad-región (Jennings, S. J. Cottee, T. Curtis, y S. Miller (2015). Food in an Urbanised World. The Role of City Region Food Systems in Resilience and
Sustainable Development. Londres: International Sustainability Unit. Recuperado de <
El escenario analizado perfila procesos en los que el papel de las administraciones públicas habría de desarrollar acciones decididas con un enfoque top-down, a la vez que fortalecen al tejido social y agroecológico, en muchos casos fragmentado y frágil en contextos urbanos y peri-urbanos (Paül V. (2007). Agricultural Marginality and Marginal Agriculture in Metropolitan Areas A proposal for systematisation based on some Spanish case studies. En G. Jones, W. Leimgruber y E. Nel (Eds.): Issues on geographical marginality (38-46). Grahamstown, South Africa: Rhodes University.Paül, 2007). La acción decidida del movimiento agroecológico, con escaso apoyo de las instituciones, ha tenido impactos muy limitados y, en muchos casos, han sido las organizaciones sociales las que han liderado las políticas alimentarias, incluso como asistencias técnicas de la administración. A su vez, se han mencionado medidas que requieren de la acción de niveles competenciales superiores, como por ejemplo la planificación territorial. En este sentido, hablamos de la construcción de una acción política en la que conviven los enfoques bottom-up y top-down, que habrían de ser coordinados y articulados por estructuras multi-actor y multi-nivel de gobernanza alimentaria que, hoy por hoy, no existen. La dependencia de la orientación política de los gobiernos de turno para activar transiciones de calado en los sistemas agroalimentarios refuerza esta necesidad de articular los enfoques top-down y bottom-up, imprescindibles para lograr estabilidad en el tiempo. Es por ello que la construcción de un sujeto colectivo capaz de imponer estas estructuras de gobernanza cobra una importancia central (González de Molina, M., Petersen, P.F., Garrido Peña F., y Caporal, F.R. (2019). Political Agroecology: Advancing the Transition to Sustainable Food Systems. Dordrecht, Alemania: Springer.González de Molina et al., 2019). La naturaleza y composición que habría de tener este sujeto, necesariamente múltiple y adaptada a cada contexto, es un debate aún por desarrollar.
El fortalecimiento de este sujeto múltiple -tanto en la naturaleza de sus actores
como en la articulación de territorios rurales y urbanos- aparece como la única forma
de superar el debate entre transformar o conformar el Régimen Alimentario Corporativo
(Levidow, L., Pimbert, M., y Vanloqueren, G. (2014). Agroecological Research: Conforming
or Transforming the Dominant Agro-Food Regime? Agroecology and Sustainable Food Systems 38, 1127-1155.Levidow, Pimbert y Vanloqueren, 2014; McMichael, P., 2016. Regímenes alimentarios y cuestiones agrarias. Barcelona, España: Icaria.McMichael 2016). A la vez que las políticas alimentarias urbanas abren espacios para el desarrollo
de sistemas alimentarios alternativos, con una perspectiva reformista, será necesario
reforzar los nichos de innovación socio-técnica, desde la autonomía y fuera de las
instituciones, para impulsar proyectos realmente transformadores. También habría que
construir los foros híbridos que articulen procesos de cooperación entre actores alternativos
y convencionales, una vez que se abran ventanas de oportunidad para transformar el
régimen, en un escenario político favorable a las transiciones agroecológicas (Darnhofer, I., 2014. Contributing to a Transition to Sustainability of Agri-Food Systems:
Potentials and Pitfalls for Organic Farming. In S. Bellon y S. Penvern (Eds.): Organic farming, prototype for sustainable agricultures (439-452). Dordrecht, Alemania: Springer. DOI:
El análisis realizado nos lleva a sugerir, desde una perspectiva bottom-up, la necesidad de establecer mayores esfuerzos en la incorporación de actores subalternos en la cadena alimentaria global (sector agrario, especialmente el ecológico y la ganadería extensiva, pequeño comercio tradicional y grupos sociales de rentas bajas), de cara a promover saltos de escala en los sistemas alimentarios sustentables (López-García, D. y González de Molina, M., (2020): “Co-producing agro-food policies for urban environments: towards Agroecology-based Local Agri-food Systems”. En Cohen, H. y Ehgerer, M. (Eds.): Urban Agroecology: Interdisciplinary Research and Future Directions. Boca Ratón, FL, EEUU: CRC Press.López-García y González de Molina, 2020). También se deberían emprender acciones de activación social para generar la implicación de estos grupos y fortalecer sus posiciones en la cadena alimentaria local.
Por último, se habrían de afrontar las dificultades de los movimientos alimentarios
y las administraciones para incorporar en los esquemas y procesos de gobernanza alimentaria
las cuestiones de justicia social y, en extensión, otras perspectivas tales como la
feminista, la anti-colonial y la de justicia racial (Holt-Giménez, E. y Shattuck, A. (2011). Food crises, food regimes and food movements:
rumblings of reform or tides of transformation?, Journal of Peasant Studies, 38 (1): 109-144. DOI:
Desde la perspectiva top-down, el establecimiento de departamentos específicos en la administración local para las políticas alimentarias cobra también una importancia central. A su vez, se hace necesario abrir el debate sobre las figuras territoriales de coordinación, como las diputaciones provinciales, que deberían jugar un papel clave en la coordinación campo-ciudad, o sobre la ausencia de figuras metropolitanas de coordinación.
Queremos agradecer al personal de los Ayuntamientos que han aportado datos para el presente artículo, por su participación e implicación en el proceso de construcción de la Red de Ciudades por la Agroecología. A su vez, queremos agradecer a la Fundación Daniel y Nina Carasso su apoyo financiero en los casos de Valladolid y Segovia, dentro de sus convocatorias de subvenciones a “Sistemas Alimentarios Territorializados” 2017 y 2018. La redacción del presente artículo ha sido realizada gracias a la subvención para Entidades del Tercer Sector del Ministerio de la Transición Ecológica, convocatoria 2020.
[1] |
En los casos de Valladolid y Segovia, el proceso ha sido financiado por la Fundación Daniel y Nina Carasso, dentro de su convocatoria de subvenciones a “Sistemas Alimentarios Territorializados”. |
[2] | |
[3] | |
[4] |
Nótese que esta estructura de seis ámbitos es independiente de los seis ámbitos de
acción planteados por el PMPAU (Pacto de Milán sobre Políticas Alimentarias Urbanas (2015). Pacto de Milán sobre Políticas
Alimentarias Urbanas. Disponible en: <
|
[5] |
El gobierno autonómico valenciano aprobó en 2018 la Llei 5/2018 de l´Horta de València, que prevé la creación de un consejo de coordinación para la revitalización del espacio agrario en el ámbito de la Comarca de l’Horta (previsto para más de 30 municipios en el Area Metropolitana de València). En el momento de redacción de la versión definitiva de este artículo, dicho Consejo -el Consell de l’Horta de València-, encargado de implementar la Llei de l’Horta y el Plan de Acción derivado, había sido constituido y dotado de presupuesto y estaba iniciando sus pasos. |
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|
Ayuntamiento de Valladolid, 2019. Estrategia Alimentaria de Valladolid. Valladolid: Ayuntamiento de Valladolid. Disponible en: <http://www.alimentavalladolid.info/wp-content/uploads/2019/05/EstrategiaAlimentariaValladolid.pdf> [Consultado 11/12/2019] |
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Ayuntamiento de Zaragoza, 2019. Estrategia de Alimentación Sostenible y Saludable de Zaragoza. Zaragoza: Ayuntamiento de Zaragoza. Disponible en: <https://www.zaragoza.es/contenidos/medioambiente/alimentacion/EASS_Zaragoza_Mayo2019_definitivo.pdf> [Consultado 11/12/ 2019] |
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